Hoy he escuchado una intervención muy inteligente de un experto británico en armamento ruso. El experto, por desgracia no me permite dar su nombre pero sí citarle. Me ha prometido enviar su presentación de hoy cuando la prepare, escribiré un post sobre ello porque se lo merece, pero quiero adelantar algunas ideas.
1. Cuando los especialistas extranjeros cuentan lo que Rusia gasta en defensa y seguridad utilizan las cifras del presupuesto ruso “Gastos de defensa nacional y seguridad”, al cual añaden las cifras de otros artículos (por ejemplo las tropas del ministerio del interior, guardafronteras, pensiones militares, construcción de viviendas para militares jubilados, etc.) que se incluyen en otros capítulos del presupuesto. La primera cifra es fácil de obtener, pero el resto, que provienen de distintos artículos (por ejemplo las pensiones militares de los gastos sociales) tienen un carácter aproximativo. Sobre todo en los últimos años, cuando ya no están en el parlamento la Unión de Fuerzas de Derecha ni Yabloko, cuyos representantes siempre fueron partidarios de una gran transparencia de los gastos militares. Rusia Unida no les acompaña en esto. Por eso hoy día los expertos occidentales consideran que los gastos militares totales de Rusia son aproximadamente de cerca del 3,5% del PIB (de los cuales cerca del 2,5% del PIB son gastos en el capítulo de defensa nacional y seguridad), pero consideran que pueden estarse equivocando.
2. El comunicado ruso del aumento de un 20% en los gastos militares que ha puesto tan nervioso a occidente debe ser tomado con bastante tranquilidad porque al valorar esta cifra hay que tener en cuenta no solo el alto nivel de inflación general en Rusia sino también la inflación en el sector militar, que es aun mayor, de entre un 20-30% en la compra de componentes y la producción de nuevas armas. Por eso, el ministerio de defensa, con toda probabilidad, en sus cálculos presupuestarios no utiliza el deflactor de la inflación oficial sino el deflactor del PIB. De esa manera el aumento de los gastos de armamento en un 20% anual significa que en realidad se queda al mismo nivel del año pasado. Y no hay ningún “ruido de sables”. No olvidemos la reciente declaración del ministro de defensa ruso de que sólo el 10% del armamento del ejército ruso responde a las exigencias modernas.
3. El dinero para gastos militares lo pide el Ministerio de Defensa, pero lo entrega el Ministerio de Finanzas, y lo entrega con bastante contención.
4. Desde hace poco Rusia ha empezado a comprar piezas para su producción de armamentos en occidente. Antes los proveedores eran solo de los países de la antigua URSS, sobre todo de Bielorrusia. Ahora muchos componentes electrónicos se producen en occidente (y se prueban en Voronezh, por si tienen fallos). Concretamente, en Francia se compran sistemas visuales para tanques, componentes electrónicos para aviones militares.
5. Rosoboronexport ha sufrido mucho con la crisis, a pesar de lo cual el año pasado tuvo bastantes beneficios, gran parte de los cuales se obtuvo del servicio de mantenimiento de armamento vendido anteriormente. Rusia, según este experto, tiene problemas con sus dos compradores tradicionales, China y la India. Ambos países intentan producir su propio armamento. China intenta, también, copiar la tecnología rusa. De ahí el intento de conseguir nuevos mercados, sobre todo en Latinoamérica. El principal exportador de armamento ruso en la actualidad es Sujoi.
6. Rusia tiene cerca de 1400 empresas de tecnología militar, de las cuales cerca de 500 pertenecen a Rostejnologii. La mayoría no solo producen tecnología militar, sino también civil. Los créditos no llegan a estas empresas, ni reciben ayudas estatales. No la reciben porque para ello necesitarían que se cumplieran una serie de condiciones concretas, por ejemplo que el presidente Medvedev firmase la nueva versión de los presupuestos del estado para 2009, lo que, según mis datos, sólo ha hecho hoy.
7. La gran mayoría de las empresas productoras de armamento ruso necesitan desde hace tiempo una modernización. No pagan los sueldos, se retrasan o son míseros. La edad media de los trabajadores supera los 50 años, y la edad media de los diseñadores es de más de 60 años. Todo esto es un gran problema. Durante su intervención subrayó además el pronóstico demográfico pesimista para Rusia. Este pronóstico también afecta al ejército ruso. De paso, dijo que uno de los pilotos derribados durante la crisis de agosto con Georgia tenía 52 años.
8. En el seminario que desarrolla en Londres el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, uno de los más importantes think tanks del mundo en el campo militar, en el cual intervino este especialista, realizó una pregunta una persona que se presentó cmo representante del ministerio de defensa de Gran Bretaña. Dijo, pensativamente: “Le estoy escuchando y pienso que está hablando de Gran Bretaña, no de Rusia. Son situaciones idénticas, los mismos problemas. Les hemos exportado nuestra experiencia”. Esto nos gustó mucho. En general, me parece que los británicos nos valoran de una manera bastante realista (al menos al nivel en que se analiza lo que ha sucedido y lo que va a suceder).
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