23 junio 2010

Entrevista a Viktor Zemskov

Entrevista de Rafael Poch a Viktor Zemskov, publicada en La Vanguardia el 3 de junio de 2001.

La guerra fría concluyó hace una década y ya es hora de que la propaganda dé paso a la historia, y la suposición al documento. Hace diez años que en Rusia se sabe que Stalin y su régimen mataron mucho menos de lo que se ha dicho. Que haya que quitarle un cero a la cifra de represaliados, en millones, no cambia absolutamente ninguna conclusión, ni altera los adjetivos. Simplemente, la capacidad de horrorizarse no debería estar reñida con la seriedad.

Encuentro al historiador Viktor Zemskov en el Instituto de Historia de la Academia de Ciencias rusa. En 1989, cumpliendo una directiva del Politburó de Mijail Gorbachov, la Academia de Ciencias, encargó a Zemskov aclarar un gran enredo; las dimensiones reales de la represión estalinista. Hasta entonces, el tema había estado en manos de quienes el profesor Moshe Lewin, uno de los mayores especialistas occidentales en historia de la URSS define como, "personas con una fértil imaginación". En esa categoría se incluyen muchos "Cold warriors", cruzados de la "guerra fría". Algunos de ellos siguen hoy con el reloj parado.

Zemskov, un hombre humilde y discreto, tuvo, por primera vez, acceso a uno de los sectores más secretos de los archivos del Ministerio del Interior (Mvd-Mgb) y de la policía de estado (Ogpu-Nkvd) de Stalin. Allí se encontró con una documentación pormenorizada y exhaustiva de la máquina represora de Stalin; el Gulag, las cárceles, la estadística de fusilados, deportados, etc. Resultó que el estado y sus matarifes llevaban las cuentas de sus crímenes y fechorías con el rigor de un esmerado y pedante oficinista.

Hace casi diez años que los documentos de estos archivos han hablado, pero Zemskov y sus conclusiones siguen siendo desconocidos. "A mi no me invitan a hablar por televisión", dice sin el menor atisbo de falsa modestia. Esta es la primera entrevista de Zemskov a un medio de prensa extranjero, porque nadie se había interesado por el testimonio del hombre que alteró las cifras, no la esencia, de uno de los grandes dramas del siglo XX.

En el momento culminante de la represión estalinista, el "gran terror" de 1937-1938 en la URSS se practicaron 2,5 millones de detenciones, y entre 1921 y 1953 se fusiló por motivos políticos a 800.000 personas. La cifra es tan impresionante que, a su lado, poco importa que hasta ahora se hablara de 20 millones de detenciones o de 7 millones de fusilados.

- ¿Existen cifras exactas sobre la represión estalinista?

- El criterio "represión" puede interpretarse de diferentes formas. Yo me limito a la "represión política", es decir a los incriminados según el artículo 58 del código penal ("actividad contrarrevolucionaria y otros crímenes graves contra el estado"), que fueron condenados a muerte o a otras penas. Entre 1921 y 1953, pertenecen a este grupo unos 4 millones de personas. De ellos, cerca de 800.000 fueron condenados a fusilamiento. Además, suponemos que alrededor de 600.000 murieron en presidio, por lo que las muertes políticas fueron 1,4 millones.

- ¿Incluye ésta cifra de 4 millones, de ellos 1,4 muertos, a los "kulaks" (campesinos acomodados), los pueblos deportados, etc?

- Los "kulaks" se dividían en tres categorías. Una es la de los detenidos y juzgados como delincuentes políticos. Estos sí que entran en nuestra estadística. Otra es la de los apresados y enviados a regiones del norte, y otra la de aquellos que simplemente eran expulsados de los pueblos y se buscaban la vida en las fábricas. Los dos últimos grupos, los más numerosos, no entran en nuestra estadística, de manera que entre los 4 millones el grupo de los "kulaks" es pequeño.

- ¿Por qué no los incluyen? ¿Acaso el destierro al Norte y la deportación no son represión?

- Si, pero no eran juzgados. Sólo se les deportaba y se les confiscaba sus propiedades. Hay motivo para un debate...

- ¿O sea que si no está formalizado jurídicamente, todo eso no es represión?

- Es la única manera de distinguir a los represaliados políticos del sufrimiento general. Consideramos que a partir de 1918, cuando empieza la expropiación de los terratenientes, de los capitalistas, del clero, eran represaliados quienes eran detenidos por la VCHK (la policía de estado), aunque, incluso si no eran detenidos, todos estos grupos perdieron todas sus propiedades. Con los "kulaks" aplicamos el mismo criterio; los represaliados eran los detenidos, mientras que los deportados eran simplemente víctimas de las transformaciones socio-económicas, crueles e igualitaristas. Esa circunstancia puede aplicarse a la mayoría de la población de la URSS, pues, de una u otra forma, la gente sufrió; se pasaba hambre, se vivía mal, etc.

- Efectivamente, pero el concepto "represión" debe abrirse a otras víctimas de castigo terrorista, que frecuentemente sufrieron una enorme mortandad. Por ejemplo, los estudios más convincentes señalan que entre 1,1 y 1,2 millones de familias "kulaks" fueron destruidas en la colectivización, ¿cuántos miembros de ese colectivo de 5,5 a 6 millones de almas murieron?

- La cifra aún no se ha establecido. En la bibliografía se dan cifras absurdas de 6 a 10 millones de muertos, entre ellos de 3 a 7 millones en Ucrania. Pero gracias a la estadística demográfica sabemos que en 1932 en Ucrania nacieron 782.000 y murieron 668.000, mientras que en 1933 nacieron 359.000 y murieron 1,3 millones, Estas cifras incluyen mortalidad natural, pero está claro que la primera causa de muerte esos años fue el hambre.

- Los nacionalistas ucranianos consideran eso un genocidio nacional contra ucranianos, ¿está de acuerdo?

- No, porque esa misma situación se dio entre la población del Cáucaso del Norte, la región del Volga y Kazajstán, donde hubo hambrunas. Había que cumplir el plan confiscando parte de la cosecha, pero como, a causa de la sequía, no se alcanzaba lo necesario, confiscaron toda la cosecha. El estado cometió un crimen contra todos los campesinos, independientemente de su nacionalidad.

- Catorce nacionalidades de la URSS fueron deportadas por completo y 48 parcialmente. Sólo entre las etnias del Cáucaso se deportó a 650.000 personas en tres operaciones militares, vigiladas por un ejército de 100.000 hombres, sin contar 19.000 soldados del NKVD. ¿Qué se sabe de esa mortandad?

- En la propia operación de deportación no fue muy elevada. En el caso de los tártaros de Crimea, por ejemplo, murieron dos o tres personas en cada convoy ferroviario, en general ancianos. En total 191 personas. Pero al llegar a su destino, en Uzbequistán, murieron por decenas de miles. En los primeros años de destierro la mortalidad superó con creces a la natalidad. Sobre los chechenos, no se sabe con exactitud, pero por el camino tampoco murieron mucho, en cambio en su destino, sí.

- ¿Por qué la franja temporal 1921-1953?. ¿Acaso concluyó la represión después de 1953?

- Entre 1937 y 1953 la represión era mortífera. En su periodo más cruel, 1937-1938, fueron condenadas más de un millón trescientas mil personas de las que casi 700.000 fueron fusiladas. En 1951 fueron condenados casi 55.000, y en 1952, 29.000... Veamos ahora 1958, con Stalin ya muerto: los condenados fueron menos de 2000, entre ellos 69 personas a fusilamiento. Es decir, el volumen de la represión se redujo veinte veces en comparación con los primeros años cincuenta, y en centenares comparado con los años 30. A partir de Jrushov ya no hay una escala extraordinaria.

- ¿Que le parecen las cifras sobre represión y mortandad en la URSS barajadas durante la guerra fría?

- De lo que se trataba era de desacreditar al adversario. La sovietología occidental afirmaba que 50 o 60 millones habían sido víctimas de la represión, la colectivización, el hambre, etc. En 1976 Solzhenitsyn dijo que entre 1917 y 1959 en la URSS habían muerto 110 millones de personas. Es difícil comentar éstas tonterías. La realidad es que la población del país fue aumentando por encima del 1%, superando el crecimiento demográfico de Inglaterra o Francia. En 1926 la URSS tenía 147 millones de habitante, en 1937 162 millones, y en 1939 170,5 millones. Los censos son fiables, y sus cifras son incompatibles con matanzas de decenas de millones.

- ¿Cómo reaccionaron a sus cifras?

- Lev Razgón, un conocido literato, polemizó conmigo. Defendía que en 1939 había más de 9 millones de presos en los campos, cuando los archivos evidenciaban 2 millones. Se basaba en impresiones, pero tenía acceso a la televisión, donde a mi no me invitaban. Mas tarde comprendieron que yo tenía razón y se callaron.

- ¿Y en Occidente?

- El líder era Robert Conquest, cuyas cifras de represaliados y muertos quintuplican la evidencia documental. En general, la reacción de los historiadores fue de reconocimiento. Hoy ya son mis cifras las que se barajan en las universidades.

- ¿Hasta qué punto son exactos los archivos del Gulag, del NKVD, etc., a los que usted accedió por primera vez gracias a Gorbachov?

- La estadística del Gulag es considerada por nuestros historiadores como una de las mejores.

- ¿O sea, que los dirigentes conocían exactamente las dimensiones de su represión y de sus fusilamientos?

- Sí. Informaban regularmente a Stalin. Un solo caso de un preso desaparecido en un naufragio o fugado, genera todo un dossier de documentos y correspondencia.

- ¿Se conoce algo sobre cómo argumentaba Stalin y su entorno éstas matanzas y violencias?

- Creo que de lo que se trataba era de deshacerse de la gente que no cuadraba con el proyecto comunista de futuro, asi como de aquellos que tenían un gran instinto de preservación, aunque formalmente no fueran culpables de nada. Era una medida preventiva. Mólotov le dijo una frase reveladora al periodista Felix Chuyev; "no esperábamos a que nos traicionaran, nosotros tomábamos la iniciativa y nos anticipábamos a ellos".

- ¿Qué piensa como historiador? ¿Hasta qué punto es única la historia rusa desde el punto de vista de la gran mortandad política?

- Con respecto a la historia de Inglaterra del XVII, la Francia del XVIII y la Alemania del XIX, lo de Rusia es único en el sentido de que eso ocurrió en el siglo XX, cuando ya existía una economía compleja e integrada que se hundió con la revolución. Cuando H. G. Wells vino a Rusia en 1920, contempló un salvajismo total; se desmontaban las vías férreas, no había electricidad y todo se hundía, la gente moría de frío y hambre. Y antes de eso, aunque Rusia era periferia europea, había sido un país civilizado. Es decir, que cuanto más civilizado es un país, tanto menos deseable es la revolución, por las terribles consecuencias que ésta tiene.

- ¿Quiere decir, que la modernidad, en lo que tiene de capacidad de matar, es lo que hace más temible a Stalin que a Gengis Kan?

- Sí.

- ¿Tiene algo que ver el comunismo, la ideología, con todo esto? ¿Hasta qué punto tiene sentido para alguien que cree en Dios estudiar las víctimas de la Iglesia Católica masacradas en nombre de Dios?

- Tiene sentido porque no se puede creer en Dios de una forma absoluta, sino concreta. Todos aquellos desgraciados que quemaban en la hoguera, morían por creer de una forma "torcida", equivocada, diferente a la disciplina del Papa de Roma. ¿La ideología? Se construía una nueva sociedad y se necesitaba un hombre nuevo para el futuro comunista. Los que mataron en 1937 eran los irrecuperables. Se mataba a los superfluos.

- ¿Se puede acusar a Cristo por la inquisición, o a Marx por Stalin?

- Marx hizo su teoría para Europa, no para Rusia y menos aun para China. La represión no es posible en cualquier régimen comunista, sino sólo allí donde hay un fuerte y cruel despotismo, como en la Rusia de Stalin o en la China de Mao. Una represión como aquella ya no fue posible con Jrushov, Brezhnev o Deng Xiao Ping.

- ¿Qué pensó al entrar por primera vez en los archivos secretos del Gulag y constatar que las cifras de la represión eran mucho mas bajas de lo que todos creían y decían?

- Al principio me asombré. Luego comprendí rápidamente que en Occidente se habían engañado mucho al respecto, pese a lo cual, todas las conclusiones acerca del carácter terrorista del régimen, por la represión a la que sometió a la gente, mantenían toda su vigencia. Sobre todo para que nada de eso vuelva a repetirse.

16 junio 2010

Kirguistán en la prensa europea

Entrevista de Maria Yankovskaia al corresponsal danés Michael Andersen para Ferghana.ru


El periodista danés Michael Andersen ha vivido muchos años en Asia Central y conoce no solo de oídas la situación en el sur de Kirguistán.

Los medios de comunicación europeos no han prestado gran atención a los sucesos en el sur de Kirguistán. Para ellos se trata de lejanos choques interétnicos entre pueblos sobre cuya existencia apenas han oído. Hoy día el interés lo dictan los intereses nacionales – y no hay intereses europeos es el pobre y lejano Kirguistán, - o fotografías impactantes, que también son pocas, porque Osh y Jalalabad están lejanos para los corresponsales extranjeros. Por tanto la sangre y el sufrimiento de Osh no pueden competir con la noticia número uno, el campeonato mundial de fútbol. Sobre la reacción de los medios de comunicación europeos hemos hablado con el periodista danés Michael Andersen.

- Michael, ¿Cómo han reaccionado Europa y los medios de comunicación europeos ante los acontecimientos de Kirguistán?

- Por desgracia la reacción ha sido muy débil. Es cínico decirlo pero ahora, en verano, tiene lugar el campeonato del mundo de fútbol y hay muchas otras noticias que son más “importantes” que cualquiera de las noticias de Osh. Esto es algo muy triste, pero por desgracia, todo transcurre precisamente así. Lo más importante es que no hay imágenes, no hay buenas fotos, no hay materiales para la televisión, porque Osh, como usted sabe, está cerrado. Y si no hay buenas imágenes no hay interés. En Kirguistán no hay corresponsales occidentales, no hay expertos, por eso los medios occidentales no tienen información verídica propia. La tomas de “ferghana.ru” o de otras agencias.

- Cuando Rusia metió los tanques en Osetia del Sur y Abjasia tampoco había corresponsales occidentales, pero aparecieron enseguida.

- Es triste pero es así. Si comparamos con Georgia, allí había imágenes llamativas para la televisión, allí estaba “nuestro enemigo” Putin y “nuestro amigo” Saakashvili…Pero lo que está sucediendo en Osh los europeos no lo comprenden. ¿Qué es eso de “uzbecos” y “kirguizos”? el 99% de los occidentales ni sospechaban de su existencia, como de que existiera una ciudad llamada Osh. ¿A qué van a reaccionar los medios occidentales? No hay buenas grabaciones, nadie sabe qué son los kirguizos y uzbecos… Incluso si un político occidental reaccionara a los sucesos de Osh eso no le haría más popular.

- Entendido que los sucesos de Osh no son objeto de materiales de primera línea en los periódicos occidentales. Pero de todas formas sí que los mencionan, ¿cómo?

De una forma muy general y estereotipada. Si observa usted los medios anglófonos de estos días, siempre usan palabras tales como “violencia étnica”, “Enfrentamientos étnicos” (ethnical clashes). Aunque usted y yo sabemos que esto no es así en absoluto, que allí el banditismo ha tomado un disfraz étnico. Y tras la mirada de los medios occidentales, los políticos no reaccionan ante los sucesos de Kirguistán.

Ya sé que la Unión Europea ha dicho que enviará a Kirguistán un especialista en conversaciones internacionales. No le he prestado ninguna atención, es como un mal chiste. Es una falta de respeto por parte de Europa.

Cuando saco el tema en calidad de periodista, la primera pregunta que me hacen es: “Michael, ¿Hay en esto algún interés danés?” Si escribo para medios ingleses me preguntan si hay algún interés británico. Si el tema está relacionado con Gran Bretaña o Dinamarca, entonces sí. Si no lo está, es mejor escribir sobre Brad Pitt, Angelina Jolie o Madonna.

- En Osh no hay intereses europeos. ¿Ni siquiera el tránsito a Afganistán funciona como interés?

Solo para los estadounidenses. Europa no ha mostrado ninguna reacción tras la revolución de abril. Estaba Bakiev, bien. Va a estar Roza, perfecto, hola. La revolución estuvo un par de días en las primeras páginas, pero otra vez solo porque había buenas imágenes por todas partes. Pero estas fotos no significan que la gente supiera lo que estaba sucediendo, que la gente conociera la trastienda.

Мне очень стыдно, что западные СМИ так реагируют, это очень неумно, это очень плохо. Как и то, что они все будут представлять очень стереотипно.

Los estadounidenses enviaron inmediatamente un representante a Bishkek, pero no para hablar de democracia. Tenía que obtener del gobierno provisional garantías de que la base de Manás seguiría abierta.

Me causa mucha tristeza que los medios de comunicación occidentales reaccionen así, no es muy inteligente, está muy mal. Y todo lo que van a mostrar son estereotipos.

- ¿Puede ser que los medios occidentales no quieran sacar este tema para no provocar analogías con Kosovo, con limpiezas étnicas en Europa

- Sí, es un paralelismo interesante. Durante esos años trabajé en Bosnia, y los primeros 2 ó 3 años de guerra no hacíamos nada, permanecíamos sentados y observábamos. La gente se mataba entre sí y a nosotros nos daba igual, nosotros éramos Europa Occidental… Los acontecimientos en Kirguistán tienen la misma falta de interés para los medios de Alemania, Gran Bretaña, España, Europa Oriental… Por desgracia no hay diferencias. Si hay imágenes habrá reacción, puede ser.

- Kirguistán está lejos del público europeo, y los medios de comunicación no le prestan interés. ¿Y la comunidad de expertos? ¿Hay alguien en Europa Occidental que siga lo que sucede en el sur de Kirguistán?

- Sí, por supuesto hay interés de los expertos. Hay grupos de sociólogos, politólogos, está el consejo escandinavo de Asia Central – suelo reunirme a menudo con ellos… Escriben sobre ello, pero es una comunidad cerrada. Los expertos son gente muy interesante, pero se mezclan muy poco con la gente corriente…

04 junio 2010

El Cáucaso y Rusia

Artículo de Piotr Romanov, comentarista de Ria-Novosti

Reflexionar en serio sobre el Cáucaso y la ola de violencia que ha golpeado a la propia región caucásica y al metro de Moscú no es un asunto agradable. Reflexionar, por supuesto, de manera independiente y no simplemente con los estereotipos comunes. NO satisfarás ni al gobierno ni al lector que cree a pies juntillas todo lo que le cuentan de que limpiar el mal de las cloacas es lo mejor. Por otro lado si no nos limitamos a lanzar maldiciones, e intentamos simple y honradamente aclararnos, entonces, ¿por qué ponerse nervioso? Puede que incluso ayude,

¿Por qué estoy convencido de que la actual enfermedad del Cáucaso hay que curarla, antes que nada, en Moscú?

En primer lugar, la experiencia histórica nos testimonia que estamos tratando con una fiebre antigua. Si miramos la historia de las guerras caucásicas vemos que la fiebre regresa en cuanto en Rusia la inmunidad se debilita. Para ser breve pondré como ejemplo el siglo XX: la revolución, la II guerra mundial, la disolución de la URSS. Aunque, repito, la historia clínica de la enfermedad es más antigua. De ahí sacamos una conclusión: si fortalecemos la inmunidad en Rusia disminuirán las desgracias en el Cáucaso.

La conclusión es la siguiente. Los años siguientes a la segunda campaña chechena, que nos dieron un periodo de respiro. Recordemos lo que decía en un reciente viaje a Daguestán el presidente Medvedev. En principio lo que decía era correcto. Pero nuestras acciones en la región durante todos los años después de la guerra chechena contradicen las palabras de Medvedev.

En la medida de lo posible procuraré reproducir las ideas principales del presidente.

Estamos en contra de la división del Cáucaso en clanes. Eso es un anacronismo. Entonces, ¿a qué viene el nombramiento de Ramzan Kadyrov y Magomedsalam Magomedov? ¿Es que los anteriores gobernantes de Chechenia y Daguestán no eran el padre de Ramzan, Ajmad Kadyrov, y el padre de Magomedsalam , Magomedali Magomedov?

O, ¿acaso no ha hablado el propio presidente del altísmio nivel de corrupción tanto en Moscú como en el Cáucaso? Entonces, de dónde viene tanta seguridad de que las nuevas entregas de dinero a esta región llegarán, al menos en un 50% hasta los jefes de nivel medio. Ya ni siguiera quiero hablar del ciudadano de a pie. Aquí la conclusión es evidente: cuanto más fuerte sea el golpe dedo a la corrupción en Moscú, mayor será su reducción en el Cáucaso.

No se obtienen éxitos debido a la corrupción de los organismos de seguridad. No soy yo quien lo dice, otra vez es el presidente. Es decir, había motivos para empezar por la reforma del ministerio del interior y eso (en caso de éxito) solo es el principio. Pero otra vez repito que hay que empezar en Moscú y no en el Cáucaso.

No quiero hacer una lista de problemas. Son muchos. Pero todos ellos hay que resolverlos primero en Moscú y solo entonces podrán ser resueltos en el Cáucaso norte.

No queremos darnos cuenta de que, si antes se hacían explotar terroristas de Chechenia ahora lo hacen mujeres suicidas de Daguestán. ¿Por qué?

Entre las dos campañas chechenias había en Daguestán, lo recuerdo muy bien, un fuerte ambiente pro-Moscú y anti-Masjadov. Entonces los daguestaníes acogieron a muchos refugiados chechenos y en respuesta recibieron de sus vecinos al principio incursiones en las que robaban no solo el ganado de los daguestaníes sino también mujeres, y después simplemente agresiones. Entonces me pregunto: ¿qué es lo que se ha hecho todos estos años para que ahora se haga explotar una terrorista suicida de Daguestán?

Yo estoy a favor de que a cada golpe de los terroristas se responda con otro golpe y de destruirlos en la medida de nuestras fuerzas. Pero para ello hay que elevar el profesionalismo en el centro.

Solo entonces no podrán los terroristas vestidos de policías matar a otros policías.

¿Cuántas veces se puede tropezar en la misma piedra? Ya hace tiempo un gendarme de la escolta de Alejandro II, tras una primera explosión, le pidió que se alejara de aquel lugar peligroso, diciéndole que “los terroristas siempre actúan por parejas”. El zar no escuchó al profesional y murió.

O del mismo discurso del presidente. Creo que el Islam normal se debe enfrentar al falso Islam. Hace mucho que escribo sobre ello. Solo que nuestro consejo de muftis no despierta y por ello es completamente inefectivo.

Creo que hay que resolver la cuestión del paro en el Cáucaso norte, pero eso se soluciona en Moscú. Primero hay que crear una economía normal aquí.

Creo que hay que destruir el burocratismo salvaje y la criminalidad en la economía del Cáucaso, pero para ello primero hay que hacerlo en Moscú.

Pienso que el Cáucaso debe ser civilizado; sólo que primero deben realizarse reformas políticas civilizadas en Rusia. Parece que aquí somos incapaces de entender que la democracia y la fuerza no se oponen una a otra. Una democracia débil no es democracia. Por eso, la liberalización en la esfera política y el reforzamiento de la seguridad y los golpes contra el terrorismo no son contradictorios sino imprescindibles. Rusia no debe ser el líder de la mano dura, Rusia necesita

un sistema de actuación efectivo que incluya, por supuesto, un grupo de fuerzas de seguridad altamente profesional.

De lo contrario… de lo contrario todo esto recordará al viejo chiste de 1918-19 en que a donde un peluquero judía llega una comisión de las fuerzas de seguridad para comprobar la limpieza.

¿A qué se debe esto? – preguntó. – Se ha tomado la decisión de poner orden en el país, - responde el agente. Magnífico, - se alegra el viejo, - pero hay una cosa que no entiendo, ¿por qué empiezan por mi peluquería?

Por eso lo digo. Si queremos en serio resolver el problema del Cáucaso, empecemos con Rusia.