29 agosto 2009

Algunos problemas de libertad de prensa

Entrevista publicada en el periódico Izvestia al periodista polaco Victor Bater.

Hace un año Mijail Saakashvili ordenó someter Tjinval a un bombardeo de cohetes y dirigió sus tanques hacia esa ciudad. Empezaba la guerra de cinco días entre Rusia y Georgia. Una de las sensaciones chocantes fue la interpretación que hicieron de ella los medios de prensa occidentales. Fue como si alguien hubiera tomado la decisión de suprimir la libertad de palabra para un punto geográfico concreto. Se rechazaron principios del periodismo tales como la objetividad, imparcialidad, necesidad de permitir explicarse a ambas partes del conflicto. Sobre la manera en que la libertad de palabra no aguantó la prueba de Osetia del Sur , Izvestia habló con unos de los periodistas televisivos más populares de Polonia, Victor Bater. Por el intento de hacer llegar a los espectadores un punto de vista alternativo fue despedido de la compañía de televisión pública TVP. Maxim Yusin habló con él.

Pregunta: ¿Por qué sólo se ha decidido ahora a contar su historia, y no hace un año, en caliente?

Respuesta: Por muchos motivos. En primer lugar, no me echaron inmediatamente, lo hicieron en un proceso largo y doloroso. Prácticamente me hicieron desaparecer de las pantallas, pero hasta el 30 de abril yo estaba formalmente en la plantilla de TVP. Por eso intentaba mantener las normas de la ética corporativa. No se deben sacar de casa los trapos sucios, si esta es tu casa. En segundo lugar, hasta el último momento quise creer que se había producido un error. Y la gente que juraba que no estaba al tanto de ninguna intriga contra mí decía la verdad. Pero… Hace poco estuve en Varsovia y vi mi asunto. Desaparecieron las dudas. Algunas de estas personas no sólo estaban al tanto sino que escribieron personalmente cartas pidiendo que me expulsaran. Así que ya no tiene sentido callar.

P: ¿Qué fue eso tan terrible que hizo?

R: Mi principal crimen fue el intento de iluminar los sucesos de Osetia del Sur desde distintos puntos de vista. No detenerme en la posición de Mijail Saakashvili, como hicieron muchos de nuestros medios de comunicación.En cuanto se supo del bombardeo nocturno de Tjinvali aparecí en directo en televisión y dije: bombardear con cohetes una ciudad dormida es un crimen de guerra. Esto no gustó a muchos en Varsovia. Entre nosotros este conflicto se mostró desde posiciones completamente distintas. Hay que tener en cuenta que la dirección de informativos de TVP se sometió completamente al palacio presidencial. Y nuestro presidente, Lech Kaczynski, es un amigo de Saakashvili.

Por cierto, hasta el momento en que Rusia entró en la guerra se permitieron mis comentarios en pantalla. Pero cuando los tanques rusos se movieron en apoyo de los habitantes de Osetia del Sur, la disidencia se hizo imposible. Todos repetían: Rusia ha cometido una agresión, ha atacado a Georgia, un país soberano y democrático. Cierto que aún puede discutir sobre esto en directo un par de veces. Yo preguntaba: ¿por qué nadie recuerda quién empezó la guerra, quién atacó primero Tjinvali? Finalmente me llamó la jefa desde Varsovia y me amonestó fuertemente.

P: Sería interesante la manera en que formuló sus quejas. No podría decir a las claras que había una orden política de apoyar a Saakashvili y atacar a Rusia

R: Dijo que yo tenía que ser ponderado en mis valoraciones y no dejarme llevar por mis emociones. Añadió que la dirección había decidido no enviarme a Tjinvali. El segundo corresponsal de TVP en Moscú estaba de vacaciones y no podía volver, yo tenía que quedarme en la capital por si sucedía algo allí.

Aunque antes, cuando yo trabajaba en otra compañía de televisión polaca, la TVN y sucedían hechos similares me mandaban un sustituto inmediatamente. Fui a puntos calientes como Chechenia, Afganistán, Irak, Líbano, Palestina. Me considero un corresponsal de guerra, muestro todas las bases del conflicto. Los espectadores están acostumbrados a que cuando empiezan los tiros en alguna parte Bater ya está allí. Y aquí no estaban disparando en un lejano Afganistán sino frente a mis narices. Además, utilizando viejos contactos obtuve permiso para viajar a Tjinvali. Esto no fue fácil, anteriormente había tenido fricciones con ellos, pero esta vez lo conseguí. TVP podía ser el único canal extranjero que transmitiera reportajes desde la ciudad. Sin embargo me dijeron: ¡quédate en Moscú! Fue muy humillante.

P: ¿es decir que su canal solo mostró la guerra desde el punto de vista georgiano?

R: Sí. Inmediatamente volaron a Tblisi varios grupos de grabación. Sóloo conseguí que a Tjinvali mandaran al menos a mi cámara Iliya Drobyshevski. Realizó allí algunas grabaciones. Les puse sonido y las envié a Varsovia. Esperaba que las sacarían por pantalla y variase al menos un poco aquella situación tan indigna. No se puede mostrar el conflicto solo por una parte. No se puede mostrar tan a las claras una doble vara de medir. Es una falta de profesionalidad indignante. Ya no es periodismo sino propaganda. ¡Nunca habíamos trabajado así!

P: ¿Se emitió el reportaje?

R: Claro que no. Una hora después de que yo lo enviase comenzaron a llamarme amigos desde Varsovia para contarme cómo los jefes estallaban en cólera: ¡Cómo puede Bater enviarnos un reportaje así! ¿Es que se cree que le vamos a permitir hablar así en pantalla sobre Georgia?

P: ¿Qué cosas tan terribles contaba usted?

R: Se puede imaginar qué es lo que dice la gente que se encuentra bajo un bombardeo artillero y el ataque de un ejército. No añadimos nada, dimos la palabra a los habitantes de Tjinvali. Hablaban del genocidio del pueblo osetio, de que ya no podían vivir en el mismo país con los georgianos, de que Saakashvili era un criminal de guerra. Estoy seguro de que si cualquier georgiano en Gori o Kutaisi llamara criminar de guerra a Putin o Medvedev, en TVP habrían permitido sin problemas esa frase.

P: ¿Le explicaron a usted por qué no lo emitieron?

R: Nadie me explicó nada. Prácticamente dejaron de comunicarse conmigo. Aunque entre los trabajadores de la cadena el reportaje se convirtió en un hit. Copiaron la cinta muchas veces, se la dieron a sus amigos. A todos les resultaba interesante el escándalo por el que habían echado a Bater. Después se enfriaron los ánimos y el reportaje se quedó en el estante, exactamente como en la época comunista.

P: ¿Pero usted continuó trabajando en TVP?

R: Formalmente sí. Perome separaron de los temas más actuales. La segunda corresponsal en Moscú volvió de vacaciones. Y desde el punto de vista de Varsovia su trabajo era intachable. Me llamaban algunos colegas y me transmitían lo que la dirección decía de mí. Bater es un quintacolumnista. Se ha vendido a los rusos y trabaja para sus servicios de inteligencia. Y por supuesto se acordaron de mi “interés específico” en el Cáucaso.

P: ¿Cuál es este interés específico?

R: Mi esposa es abjasia. Llevamos 13 años juntos. Nos conocimos aquí, en Moscú, en una cafetería. Y ahora las mismas personas que habían estado como invitados en nuestra casa en Moscú, que se habían sentado a nuestra mesa, decían ahora: Bater no puede informar objetivamente del conflicto en el Cáucaso debido a sus relaciones familiares y de amistad.

P: Es decir que el tema caucásico se cerró para usted desde entonces.

R: recuerdo que una vez me llamaron en directo en calidad de experto en “zonas calientes”. Fue en noviembre, durante la visita del presidente Kaczynski a Georgia, cuando tuvo lugar un incidente extraño. Viajó con Saakashvili a la zona de conflicto y allí parece que el cortejo fue tiroteado desde un puesto de control ruso. Entonces dije que no me creía esa versión. Observé la cinta con atención, miré qué hacían los guardaespaldas de Saakashvili. Estaban sorprendentemente tranquilos. Los guardaespaldas no actúan así cuando hay un suceso extraordinario que amenaza la vida del jefe del estado. Daba la sensación que estaban esperando esos disparos. Recuerden posterior cuando Saakashvili huía entre pánico de los aviones rusos en Gori, ocultándose tras los cuerpos de sus guardaespaldas. ¿Cómo pudo de repente aguantar los disparos con tanta sangre fría?

Todo esto lo dije en directo. Y de nuevo me aparté de la línea general. Línea que consistía en que había que alabar el heroísmo de Kaczynski. “El señor presidente se comportó con valor, no se asustó bajo las balas rusas”, - decían en los reportajes.

P: Un énfasis soviético. ¿Toda la prensa es igual?

R: Por suerte no. Hay periódicos y canales televisivos que no llegan a tanto. Pero en TVP los asuntos de la libertad de palabra van mal. Y no me refiero solo a la guerra en el Cáucaso. ¿Cómo trataron las recientes elecciones europeas? Todos los informativos empezaban con los mítines electorales del partido Libertas, de ultraderecha con tendencias nacionalistas. Finalente tuvieron un fracaso, no llegaron al 15. Pero el principal canal público (en Polonia TVP es el primer y el segundo botón de su televisor) se dedicó a hacer propaganda de los nacionalistas. Y todo porque lo dirige una persona que simpatiza con Libertas.

Cuando oigo que esta gente critica a otra por recortar las libertades de palabra no puedo aguantar la risa. Mira quién habla…

P: o sea que ahora usted está sin trabajo.

R: Sí, me mandaron por DHL la comunicación oficial de rescisión de contrato. Del trasfondo político, por supuesto, nadie habla. La versión oficial es la económica. Le resulto muy caro al canal. Resulta que hace dos años, cuando entré en TVP todo el país estaba lleno de carteles en que yo aparecía sobre un fondo de la catedral de San Basilio. Y el texto: “Victor Bater: aquí nace la información”. Parece que le habían quitado la estrella a la competencia, Victor Bater iba a hablar de Rusia y de los “puntos calientes” a su audiencia. Esta campaña publicitaria costó millones de zlotys. Entonces nadie pensaba en la economía…

P: ¿Se quedará sin trabajo?

R: Espero que no. Y no lamento nada de lo sucedido. Tengo alguna proposición interesante. Pero de momento no quiero hablar de ellas, da mala suerte…


1 comentario:

jozko dijo...

Gracias por escribir sobre el asunto. No sabía nada. De vergüenza el comportamiento de la prensa occidental durante el conflicto (y en general si se menciona la palabra maldita "Rusia"). Se agradecen blogs como el tuyo.

Un saludo