El pasado domingo se celebró en Rusia la última ronda de las elecciones locales. El 93% de las regiones del país (77de 83) fueron a las urnas para elegir alcaldes, parlamentos regionales, autoridades municipales, etc. No es sorprendente que Rusia Unida venciese en casi todas partes, superando la mitad de los votos. Investigando entre los comentarios de los periodistas que seguían esta “vergüenza nacional”, encontré esta frase en un artículo publicado en la página de Gazeta.ru:
Al igual que anteriormente, los mejores resultados de Rusia Unida se obtuvieron en la periferia regional, y los del partido comunista en las ciudades, donde viven los votantes más jóvenes, y sobre todo más educados.
Este breve comentario es una mina oculta. Se opone a todo lo que oímos sobre la oposición rusa el el futuro de la política rusa. Los comunistas rusos y sus pequeños grupos izquierdistas son la gran historia no contada en las protestas contemporáneas en Rusia.
Las caras de los anti-establishment nos son bastante familiares: Ilya Yashin, Oleg Kozlovsky, Boris Nemtsov, Garry Kasparov, Vladimir Milov, etcetera. Esta gente, o son jóvenes (como Yashin y Kozlovsky) o están de alguna manera asociados con la juventud y la generación post-soviética (como Nemtsov).
La popularidad de los grupos liberales se ha hundido, y a la lista de sus males se han unido otros nuevos. Recuerdo perfectamente cómo en 2003 (antes del arresto de Jodorkovski) estuve en Moscú y oí que un profesor universitario había escrito los puntos básicos del programa del partido “Yabloko”. Entre los ellos aparecían cosas como garantizar la transparencia en el trabajo del gobierno y las empresas, así como crear un sistema de seguridad social. La presentación (que fue un puro acto de propaganda de un miembro del partido) se hizo de modo que se viese claramente la diferencia entre “Yabloko” y lla Unión de Fuerzas de Derecha, otro partido liberal, solo que (en palabras del profesor) diriigido no a la justicia social sino a la liberalización de la economía. La Unión de Fuerzas de Derecha desapareció, y Yabloko se niega siempre a unirse con otros grupos ideológicos similares, pero hay que resaltar que el discurso de estos grupos es cada vez más encendido. En algún tiempo Nemtsov y Chubais dirigieron el partido UFD. Ahora Chubais es un “tecnócrata”, ocupa un alto cargo, trabaja en el Kremlin, mientras que Nemtsov ataca en su blog al “estado criminal” de Vladimir Putin.
Durante la última década ha cambiado el destino de la oposición rusa, que ya no pertenece a Nemtsov, aunque sea guapo.
Los resultados de las últimas elecciones rusas muestran que los opositores rusos viven en las ciudades y son gente con educación. Hay datos (que no niegan lo dicho) de que la frontera está entre las generaciones. La pasada semana Mijail Barschevski escribión en el periódico Vedomosti que ahora está llegando a la madurez política la gente que nació tras la desaparición de la URSS:. Según sus palabras, esta gente está a favor del mercado manteniendo un nivel de gastos sociales, no soporta la corrupción en el gobierno (caso de Anna Shavenkovaya, sirenas en los coches…) o con cosas tan vergonzosas para el país como la Olimpiada de Invierno, lo que convertiría a “Rusia Justa” en el candidato ideal a partido oficial de oposición, esto es algo inalcanzable en Rusia (el “eslabón perdido” en el paso al sistema bipartidista). Hay datos, sin embargo, para suponer que la oposición es principalmente “blue –collar”. En el New York Times informaron de que la tristemente conocida petición “Putin debe irse” la firmaron sobre todo representantes de la clase media. Sin embargo esto se refería solo a las primeras 6475 firmas. Posteriormente, con 35000 firmas cambió el cuadro: los cuellos azules ya no eran el 4,95 sino el 23%. (mientras que el porcentaje de “cuellos blancos” seguía en el 10-12%).
Ayer en su blog de la página de “Eco de Moscú”, Boris Nemtsov escribió, que el partido comunista no podría mejorar sus resultados en las elecciones (hace 2 días desde el PC informaban de que, a pesar de los fraudes, las elecciones habían mostrado un aumento de su popularidad). No es sorprendente que Nemtsov acusara a los comunistas de colaborar con el Kremlin (y de responder con tibieza a la tragedia de la mina “Raspadskaia”), e indicó que “el electorado de los comunistas de ha dado cuenta de la falsedad y no les ha querido apoyar”. Es fácil de comprender por qué Nemtsov tiene mala opinión sobre los líderes comunistas: Zyuganov ha prohibido este año a sus partidarios en Kaliningrado que salgan a las manifestaciones de protesta con Nemtsov y los demás liberales moscovitas (con un éxito parcial),. Los ataques al PC (algo completamente legítimo) es también una “separación del tándem” en versión liberal, solo que en vez de “tándem” hay que poner “el grupo más fuerte y mejor organizado de la oposición”. En interés de los liberales está el que las organizaciones locales del partido comunista actúen de la manera más independiente de los “colaboracionistas” en las altas esferas del partido. ¡Al fin y al cabo, una descentralización así aumenta la crediblidad de la colaboración de los comunistas de base con los liberales! Además, Kaliningrado, Samara y otro gran número de ejemplos demuestran que eso sucede en la realidad.
Asi que, ¿quién es el auténtico rostro de la oposición? Aquellos que escriben en los periódicos de la costa este de los Estados Unidos querrían creer que la oposición rusa son los intelectuales de orientación liberal. Precisamente es a estos a los que se cita en calidad de opinión “alternativa”. En la época de Yeltsin hicieron historia. Visitan Washington a menudo, y hablan perfectamente en inglés. Cualquiera de los escritos en el blog de Nemtsov está escrita con un tono de declaración importante, tomemos por ejemplo la primera frase de su post de ayer: “En las elecciones regionales celebradas el pasado 10 de octubre ha vencido con claridad el partido de los ladrones y traidores “Rusia Unida””. Hace poco Nemtsov y otras 3 personas informaron de la formación de otra coalición política: el Partido de la Libertad Popular. La pasada semana él y Milov colgaron en YouTube su texto antiputin en estilo Frontline.
Y está el partido comunista: Pierden fuerza, se marchitan como si fueran a desaparecer en las sombras, pero en las ciudades se les vota mucho.A los jóvenes izquierdosos como el líder del AKM Serguei Udaltsov les gustan los actos de protesta del tipo del “día de la ira”, que les dan muchos puntos en calidad de opositores. Ayer Zyuganov y los comunistas rechazaron reconocer los resultados de las elecciones en dos ciudades, Krasnodar y Chapaevsk, y en la república de Tula. Como auténticos demócratas preparan una apelación al tribunal europeo.
Con estos comunistas, ¿para qué hacen falta los liberales?
Al igual que anteriormente, los mejores resultados de Rusia Unida se obtuvieron en la periferia regional, y los del partido comunista en las ciudades, donde viven los votantes más jóvenes, y sobre todo más educados.
Este breve comentario es una mina oculta. Se opone a todo lo que oímos sobre la oposición rusa el el futuro de la política rusa. Los comunistas rusos y sus pequeños grupos izquierdistas son la gran historia no contada en las protestas contemporáneas en Rusia.
Las caras de los anti-establishment nos son bastante familiares: Ilya Yashin, Oleg Kozlovsky, Boris Nemtsov, Garry Kasparov, Vladimir Milov, etcetera. Esta gente, o son jóvenes (como Yashin y Kozlovsky) o están de alguna manera asociados con la juventud y la generación post-soviética (como Nemtsov).
La popularidad de los grupos liberales se ha hundido, y a la lista de sus males se han unido otros nuevos. Recuerdo perfectamente cómo en 2003 (antes del arresto de Jodorkovski) estuve en Moscú y oí que un profesor universitario había escrito los puntos básicos del programa del partido “Yabloko”. Entre los ellos aparecían cosas como garantizar la transparencia en el trabajo del gobierno y las empresas, así como crear un sistema de seguridad social. La presentación (que fue un puro acto de propaganda de un miembro del partido) se hizo de modo que se viese claramente la diferencia entre “Yabloko” y lla Unión de Fuerzas de Derecha, otro partido liberal, solo que (en palabras del profesor) diriigido no a la justicia social sino a la liberalización de la economía. La Unión de Fuerzas de Derecha desapareció, y Yabloko se niega siempre a unirse con otros grupos ideológicos similares, pero hay que resaltar que el discurso de estos grupos es cada vez más encendido. En algún tiempo Nemtsov y Chubais dirigieron el partido UFD. Ahora Chubais es un “tecnócrata”, ocupa un alto cargo, trabaja en el Kremlin, mientras que Nemtsov ataca en su blog al “estado criminal” de Vladimir Putin.
Durante la última década ha cambiado el destino de la oposición rusa, que ya no pertenece a Nemtsov, aunque sea guapo.
Los resultados de las últimas elecciones rusas muestran que los opositores rusos viven en las ciudades y son gente con educación. Hay datos (que no niegan lo dicho) de que la frontera está entre las generaciones. La pasada semana Mijail Barschevski escribión en el periódico Vedomosti que ahora está llegando a la madurez política la gente que nació tras la desaparición de la URSS:. Según sus palabras, esta gente está a favor del mercado manteniendo un nivel de gastos sociales, no soporta la corrupción en el gobierno (caso de Anna Shavenkovaya, sirenas en los coches…) o con cosas tan vergonzosas para el país como la Olimpiada de Invierno, lo que convertiría a “Rusia Justa” en el candidato ideal a partido oficial de oposición, esto es algo inalcanzable en Rusia (el “eslabón perdido” en el paso al sistema bipartidista). Hay datos, sin embargo, para suponer que la oposición es principalmente “blue –collar”. En el New York Times informaron de que la tristemente conocida petición “Putin debe irse” la firmaron sobre todo representantes de la clase media. Sin embargo esto se refería solo a las primeras 6475 firmas. Posteriormente, con 35000 firmas cambió el cuadro: los cuellos azules ya no eran el 4,95 sino el 23%. (mientras que el porcentaje de “cuellos blancos” seguía en el 10-12%).
Ayer en su blog de la página de “Eco de Moscú”, Boris Nemtsov escribió, que el partido comunista no podría mejorar sus resultados en las elecciones (hace 2 días desde el PC informaban de que, a pesar de los fraudes, las elecciones habían mostrado un aumento de su popularidad). No es sorprendente que Nemtsov acusara a los comunistas de colaborar con el Kremlin (y de responder con tibieza a la tragedia de la mina “Raspadskaia”), e indicó que “el electorado de los comunistas de ha dado cuenta de la falsedad y no les ha querido apoyar”. Es fácil de comprender por qué Nemtsov tiene mala opinión sobre los líderes comunistas: Zyuganov ha prohibido este año a sus partidarios en Kaliningrado que salgan a las manifestaciones de protesta con Nemtsov y los demás liberales moscovitas (con un éxito parcial),. Los ataques al PC (algo completamente legítimo) es también una “separación del tándem” en versión liberal, solo que en vez de “tándem” hay que poner “el grupo más fuerte y mejor organizado de la oposición”. En interés de los liberales está el que las organizaciones locales del partido comunista actúen de la manera más independiente de los “colaboracionistas” en las altas esferas del partido. ¡Al fin y al cabo, una descentralización así aumenta la crediblidad de la colaboración de los comunistas de base con los liberales! Además, Kaliningrado, Samara y otro gran número de ejemplos demuestran que eso sucede en la realidad.
Asi que, ¿quién es el auténtico rostro de la oposición? Aquellos que escriben en los periódicos de la costa este de los Estados Unidos querrían creer que la oposición rusa son los intelectuales de orientación liberal. Precisamente es a estos a los que se cita en calidad de opinión “alternativa”. En la época de Yeltsin hicieron historia. Visitan Washington a menudo, y hablan perfectamente en inglés. Cualquiera de los escritos en el blog de Nemtsov está escrita con un tono de declaración importante, tomemos por ejemplo la primera frase de su post de ayer: “En las elecciones regionales celebradas el pasado 10 de octubre ha vencido con claridad el partido de los ladrones y traidores “Rusia Unida””. Hace poco Nemtsov y otras 3 personas informaron de la formación de otra coalición política: el Partido de la Libertad Popular. La pasada semana él y Milov colgaron en YouTube su texto antiputin en estilo Frontline.
Y está el partido comunista: Pierden fuerza, se marchitan como si fueran a desaparecer en las sombras, pero en las ciudades se les vota mucho.A los jóvenes izquierdosos como el líder del AKM Serguei Udaltsov les gustan los actos de protesta del tipo del “día de la ira”, que les dan muchos puntos en calidad de opositores. Ayer Zyuganov y los comunistas rechazaron reconocer los resultados de las elecciones en dos ciudades, Krasnodar y Chapaevsk, y en la república de Tula. Como auténticos demócratas preparan una apelación al tribunal europeo.
Con estos comunistas, ¿para qué hacen falta los liberales?
2 comentarios:
Completamente de acuerdo. Siendo un absoluto aficionado en comparación contigo, creo que la alternativa, a la manera occidental, en Rusia se encuentra entre Rusia unidad y el PC, con lo cual a Rusia Unida se le sigue colocando, mal que pese, en el papel de moderador de la política y sociedad rusa.
Por cierto, te colocaré en mi redmarxista.blogspot.com. Como ves, mi opinión no es totalmente desinteresada (ninguna lo es).
Creo que a partir de las siguientes elecciones generales se verá flaquear al actual gobierno en las tasas de participación. Desde mi humilde opinión pienso que la oposición se encontrará dentro del partido mismo, entre un ala dura y una más afín a llevar a cabo las vacías promesas "regeneracionistas" de Medvedev.
A partir de ahí, la marioneta que es hoy en dia Rusia Justa podría cambiar de bando o una agrupación de las mencionadas por tí podrían despertar sólo con el beneplácito de algunos estomagos agradecidos de la actualidad. Lejos de Moscú y San petersburgo, sin embargo, las cosas están atadas y bien atadas desde las regionales. Espero equivocarme. Felicidades por el blog. Saludos.
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