Texto
de Anatoly Karlin en su interesante blog Da russophile,
sobre la composición étnica de la población de la república de Chechenia y sus
variaciones.
Aunque parezca difícil
de creer, como consecuencia de las bombas de Boston, muchos comentariastas
occidentales han intentado encontrar las raíces de la ira de los hermanos Tsarnayev
en la “agresión” o incluso en el “genocidio” ruso de Chechenia.
No intento negar que los chechenos hayan pasado por un periodo tremendamente
duro en los años 90. Eso indicaría que me dejaba llevar por la parcialidad
patológica de algunos comentaristas, tal como el vomitivo
escrito de Thor Halvorssen, un autoimaginado promotor de los derechos
humanos de Noruega. En su mundo, se trata de un simple cuento moral de la
pequeña y valerosa Chechenia que es destrozada periodicamente por el enorme y
malvado imperialismo ruso, de manera que mucha gente, condicionada de manera
adecuada por dos décadas de medios de comunicación occidentales, se traga el
anzuelo, el hilo y el plomo.
No
es algo tan simple. Pero mejor que (re)buscar muchas palabras y fuentes,
saquemos solo un gráfico descriptivo del asunto: el gráfico de población de
Chechenia desde 1989:
Se ha producido una limpieza étnica de un grupo, pero no del que
parece. Esencialmente el “genocidio”
ruso de los chechenos es: 715.306 chechenos y 269.130 rusos en 1989; 1.206.551
chechenos y 24.382 rusos en 2010. Los rusos han huído casi en su totalidad,
incluso de las tierras al norte del río Terek, que es casi un
tercio de Chechenia, donde los cosacos se asentaron por primera vez en el
siglo XVI y donde nunca hasta el
siglo XX habían vivido chechenos. Los rusos (y otras minorías étnicas) fueron
expulsados mediante el terror de Chechenia durante el mandato de los
“nacionalistas moderados” Maskhadov y Zakayev, a los que Halvorssen describe
como “el gobierno legítimo de Chechenia”, siendo asesinados varios miles de ellos.
Esta limpieza étnica continuó durante los años 2000
con el silencio cómplice del régimen “nacionalista” de Putin.
Me gustaría que todos los (no chechenos) partidarios del “Free Chechnya”
volvieran a nacer en su siguiente reencarnación como minorías étnicas en los
años 90 en Chechenia de manera que pudiesen probar de primera mano como Halvorssen
cómo los chechenos “comparten los valores democráticos de la civilización
occidental”.
3 comentarios:
Llego con cinco años de retraso a esta entrada Iñaki,pero es impresionante. Y hoy día son el territorio ruso con mayor índice de natalidad. En fin, otra que intentaron colarnos.
¡Un saludo!
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