Artículo de Yulia Malkina en http://liva.com.ua/thoughtcrimes-and-doublethink.html.
17 de febrero de 2015
La semana
pasada las tropas de Kiev bombardearon la ciudad de Donetsk. Fue un acto fuerte
y violenta, como una despedida final. Pero yo sabía que no era la última vez, a
pesar de las negociaciones de alto el fuego de Minsk.
Esta mañana
sus bombas cayeron en una parada de autobuses en el centro de la ciudad.
Murieron varias personas. He visto fotos en internet, porque no puedo ir allí y
ver con mis propios ojos el lugar de la tragedia.
Hace menos de dos meses, durante mi primer viaje a Donetsk, estuve varias
veces en esta parada de autobuses. Compré productos en la tienda ahora
destrozada en el mismo lugar. Tomé café mientras esperaba al autobús. Si ayer,
por cualquier motivo, hubiera estado en esa parte de la ciudad, ahora no estaría
escribiendo esta columna. No estaría escribiendo nada.
Un diputado del parlamento de Kiev del bloque electoral de Petro Poroshenko
ha preparado un proyecto de ley que convierte en un crimen la denegación de que
la “agresión rusa” es la responsable de la guerra aquí, en Ucrania oriental. Me
pregunto si eso significa que pronto seré considerada una criminal porque niego
la agresión militar de la Federación Rusa. No veo soldados rusos o chechenos
aquí, en Donetsk. Solo veo la milicia local que se han levantado para defender
su tierra y su forma de vida.
Y veo civiles que, a pesar de que la ciudad está siendo bombardeada
constantemente, van a su trabajo y hacen lo que consideran correcto – trabajan y
ayudan a aquellos que sufren por la guerra incluso más que ellos, y esperan un
rápido final de la guerra. Yo digo que esto es una guerra civil provocada por
la agresión de Kiev.
Ningún proyecto de ley o ley aprobada me hará tener miedo de cometer un “crimen
de pensamiento” Veo paralelismo entre la novela “1984” y el actual gobierno
ucraniano. Es ridículo, pero porque el
gobierno de Kiev es ridículo en la manera en que el gobierno de Kiev reproduce
el tipo de mundo retratado por Orwell en su libro, como si siguieran la novela
como manual de instrucciones. “Tenemos una guerra pero no es una guerra” (el
gobierno no ha declarado formalmente la guerra).
“Estamos siendo atacados por Rusia, y tenemos evidencias de ello, pero no
las vamos a mostrar”.
“Matamos por la paz”.
“Destruimos la región de Donbas, porque la amamos”.
“No compramos productos del agresor, pero tenemos negocios en el
territorio del agresor, incluyendo la producción y venta de caramelos allí”.
(Las empresas de caramelos y chocolate de Poroshenko trabajan sin problemas en
Rusia).
“Perseguimos en los tribunales a los que quieren la paz porque son los
culpables de la Guerra”:
Todo esto y más es el doblepensar que las autoridades de Kiev imponen a la
población de Ucrania.
El proyecto de ley contra los críticos de la conscripción legalizaría la
persecución de aquellos que no quieren morir en esta guerra. Permite el
pinchazo de los teléfonos de los familiares de los sospechosos. Si se aprueba
será un nuevo paso en la formación de un poder fascista en Ucrania porque las
autoridades ucranianas no necesitan leyes para legitimar su ya existente
fascismo.
A partir de ahora enviarán a la gente a prisión por rehusar a participar en
esta guerra no declarada y oficialmente no existente, mientras se enriquecen en
negocios con aquellos a los que etiquetan como agresores. El gobierno de Kiev
continuarán destruyendo miles de vidas para seguir en el poder. Usará todos los
medios necesarios. Pero no se ha dado cuenta de que la pirámide del poder tiene
una base frágil de basura y sillas rotas. Se está viniendo abajo.
Las bombas de artillería explotan constantemente al otro lado de mi ventana,
casi sin parar. Obviamente las fuerzas militares de Kiev han decidido dar
rienda suelta a su poder hasta el último momento que parece ser que será el
sábado a medianoche.
Yulia Malkina
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