18 febrero 2015

Crímenes de pensamiento y doblepensar.





17 de febrero de 2015

La semana pasada las tropas de Kiev bombardearon la ciudad de Donetsk. Fue un acto fuerte y violenta, como una despedida final. Pero yo sabía que no era la última vez, a pesar de las negociaciones de alto el fuego de Minsk.

Esta mañana sus bombas cayeron en una parada de autobuses en el centro de la ciudad. Murieron varias personas. He visto fotos en internet, porque no puedo ir allí y ver con mis propios ojos el lugar de la tragedia.
Hace menos de dos meses, durante mi primer viaje a Donetsk, estuve varias veces en esta parada de autobuses. Compré productos en la tienda ahora destrozada en el mismo lugar. Tomé café mientras esperaba al autobús. Si ayer, por cualquier motivo, hubiera estado en esa parte de la ciudad, ahora no estaría escribiendo esta columna. No estaría escribiendo nada.
Un diputado del parlamento de Kiev del bloque electoral de Petro Poroshenko ha preparado un proyecto de ley que convierte en un crimen la denegación de que la “agresión rusa” es la responsable de la guerra aquí, en Ucrania oriental. Me pregunto si eso significa que pronto seré considerada una criminal porque niego la agresión militar de la Federación Rusa. No veo soldados rusos o chechenos aquí, en Donetsk. Solo veo la milicia local que se han levantado para defender su tierra y su forma de vida.
Y veo civiles que, a pesar de que la ciudad está siendo bombardeada constantemente, van a su trabajo y hacen lo que consideran correcto – trabajan y ayudan a aquellos que sufren por la guerra incluso más que ellos, y esperan un rápido final de la guerra. Yo digo que esto es una guerra civil provocada por la agresión de Kiev.
Ningún proyecto de ley o ley aprobada me hará tener miedo de cometer un “crimen de pensamiento” Veo paralelismo entre la novela “1984” y el actual gobierno ucraniano.  Es ridículo, pero porque el gobierno de Kiev es ridículo en la manera en que el gobierno de Kiev reproduce el tipo de mundo retratado por Orwell en su libro, como si siguieran la novela como manual de instrucciones. “Tenemos una guerra pero no es una guerra” (el gobierno no ha declarado formalmente la guerra).
“Estamos siendo atacados por Rusia, y tenemos evidencias de ello, pero no las vamos a mostrar”.
“Matamos por la paz”.
“Destruimos la región de Donbas, porque la amamos”.
“No compramos productos del agresor, pero tenemos negocios en el territorio del agresor, incluyendo la producción y venta de caramelos allí”. (Las empresas de caramelos y chocolate de Poroshenko trabajan sin problemas en Rusia).
“Perseguimos en los tribunales a los que quieren la paz porque son los culpables de la Guerra”:
Todo esto y más es el doblepensar que las autoridades de Kiev imponen a la población de Ucrania.
El proyecto de ley contra los críticos de la conscripción legalizaría la persecución de aquellos que no quieren morir en esta guerra. Permite el pinchazo de los teléfonos de los familiares de los sospechosos. Si se aprueba será un nuevo paso en la formación de un poder fascista en Ucrania porque las autoridades ucranianas no necesitan leyes para legitimar su ya existente fascismo.
A partir de ahora enviarán a la gente a prisión por rehusar a participar en esta guerra no declarada y oficialmente no existente, mientras se enriquecen en negocios con aquellos a los que etiquetan como agresores. El gobierno de Kiev continuarán destruyendo miles de vidas para seguir en el poder. Usará todos los medios necesarios. Pero no se ha dado cuenta de que la pirámide del poder tiene una base frágil de basura y sillas rotas. Se está viniendo abajo.
Las bombas de artillería explotan constantemente al otro lado de mi ventana, casi sin parar. Obviamente las fuerzas militares de Kiev han decidido dar rienda suelta a su poder hasta el último momento que parece ser que será el sábado a medianoche.
Yulia Malkina

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