La entrada en funcionamiento del oleoducto de Bakú a Ceyhan simboliza el fin del dominio ruso en el Caúcaso. Los problemas técnicos y económicos del oleoducto no son nada en comparación con los beneficios políticos del proyecto.
Mijaíl Vladimirov y Ilyá Zaslavskii
En total, el oleoducto BTC transportará 10 millones de barriles (cerca de 1,5 millones de toneladas) de petróleo del ACG. Sin embargo las partes georgiana (249 km) y turca (1075 km) se completarán por etapas ya que para completarlo - según informó la compañía BP Azerbaijan, operadora de los proyectos BTC y ACG - se necesitarán más de 6 meses. Así, el primer petrolero saldrá de la terminal de Ceyhan no antes de diciembre de 2005. Pero lo que nadie duda es que el petróleo del Caspio tarde o temprano llegará a la terminal de Ceyhan. Como tampoco hay duda de que el proyecto del BTC fue concebido para cumplir una función no sólo económica sino también política.
Formalmente el proyecto de oleoducto se inició en Azerbaiyán, para transportar el petróleo del ACG. El contrato se firmó ej Bakú en 20 de septiembre de 1994. En el momento de la firma del acuerdo del ACG se calculó que las reservas de petróleo eran de unos 511 millones de toneladas, y para su exportación se utilizaba tan sólo el oleoducto Bakú-Novorosiisk. Este permitía transportar 6 millones de toneladas al año. La capacidad de este oleoducto del norte se podía aumentar hasta los 18 millones de toneladas si se modernizara la infraestructura técnica.
Sin embargo, tanto Azarbaiyán como los inversores extranjeros que habían invertido en el petróleo del Caspio necesitaban un oleoducto más potente. Formalmente se estudiaron tres variantes: a través de Rusia a Novorossiisk, a través de Irán al Golfo Pérsico (la más rentable de las tres variantes y a través de Georgia y Turquía al Mediterráneo(la más cara y complicada técnicamente, su única ventaje es que evita el paso de los petroleros por el Bósforo).
Teniendo en cuenta sobre todo los intereses políticos occidentales se optó por la última de las variantes citadas, la cual, y esto no se ocultaba en Washington, permitía rodear evitar el paso por Rusia para transportar el petróleo del Caspio. No sólo el petróleo de Azerbaiyán sino también el de Kazajstán.
Este objetivo político se consigue con el BTC.
Por cierto, la retirada antes de plazo de las bases militares rusas en Georgia por la cuál tanto lucha ahora el gobierno georgiano y el comienzo de la carga de petroleros en la terminal de Ceyhan coincidirían en el tiempo.
Déficit al comienzo
La capacidad del BTC es de 50 millones de toneladas de petróleo al año y el plazo de explotación del mismo de 40 años. Por tanto, a pleno funcionamiento podrá transportar 2000 millones de toneladas. Sin embargo, de los 15 contratos de explotación marítima firmados en Azerbaiyán entre 1994 y 2000, 9 de ellos se han roto ya por falta de petróleo en las zonas contratadas y dos más en el sur del Caspio han sido paralizados por Irán que reclama el 20% de la plataforma continental del Caspio. De esta forma, la única fuente de petróleo que tiene Azerbaiyán para el BTC es el ACG, cuyas reservas se calculan en 890 millones de toneladas.
Sin embargo, según el pronóstico de ВР Azerbaijan, la extración máxima, de 50 millones de toneladas al año se conseguirá en el periodo 2010-2016. Después la cantidad obtenida del ACG irá disminuyendo, y para 2025 se agotarán las existencias del yacimiento y con ellas el plazo de explotación del "contrato del siglo".
Hay dos factores más que agravan el problema del déficit para el BTC. En primer lugar la necesidad de utilizar al oleoducto Bakú-Supsa, en el que se invirtieron 590 millones de dólares. Por ello se abastecerá este oleoducto con 6,5 millones de toneladas de petróleo del ACG durante aún bastante tiempo. En segundo lugar los dos participantes en el contrato del ACG, la compañía americana ExxonMobil (con una participación del 8%) y Devon (5,6%) no entraron en el contrato del BTD, y su parte del "contrato del siglo", casi 6 millones de toneladas al año, la tienen que exportar por ferrocarril a Batumi y después por petroleros desde el Mar Negro. Esta variante de exportación se justifica sólo por motivos económicos: en el BTC los partícipes pagarán casi 19 dólares por el transporte de cada tonelada, y los no partícipes algo más de 30.
Por tanto, incluso en los años "pico" de 2010 a 2016 el BTD podrá contar con 37,5 millones de toneladas de petróleo del ACG, con lo cuál estará al 75% de su capacidad. Y después de 2016 irá disminuyendo.
La inversión del tráfico en el norte
Por tanto, la cuestión primordial para los propietarios del BTC en los próximos 40 años es encontrar petróleo para el oleoducto del Mediterráneo. El proyecto de Shaj Deniz promete dar cerca de dos millones de toneladas de gas condensado a partir de 2010. Sin embargo las esperanzas más importantes de los participantes en el proyecto están puestas en Kazajstán, que ha prometido a Azerbaiyán 10 millones de toneladas anuales para el oleoducto Bakú-Ceyhan. Hace años que los dos países mantienen conversaciones para la unión de Kazajstán al proyecto BTC. Según fuentes oficiales los documentos están casi listos para firmar, y sólo queda acordar "detalles técnicos". Cuando se inagure el BTC se aclarará si se puede llegar a un acuerdo para la visita a Bakú en mayo del presidente de Kazajstán, Nazarbaev.
El segundo "reservorio" para el BTC, con el que cuentan en Bakú, es Rusia. ВР Azerbaijan y la ruso-británica TNK-BP mantienen conversaciones sobre el tránsito del petróleo ruso por el BTC. Pare ello incluso se pretende cambiar el sentido del tránsito en el oleoducto Bakú Novorossiisk. sin embargo está claro para todos que la inversión del sentido del oleoducto del norte y la llegada del petróleo de TNK-BP al BTC es una cuestión no sólo económica sino también política. Es casi seguro que Moscú no permitirá estos proyectos, y que el BTC tendrá que funcionar sin petróleo ruso.
Pero de estos problemas no se hablará el 25 de mayo en la terminal de Sagachalski. Porque lo más importante para Azerbaiyán en los próximos 20 años es extraer todo el petróleo del ACG, exportarlo por el BTC y recibir a cambio 100.000 millones de dólares. Y en 2025, cuando el BTC "Heiman Aliyev"se convierta en propiedad de Azerbaiyán ya no habrá nada que transportar por él, y el problema lo resolverán otros presidentes.
DOSIER
El oleoducto Bakú-Tblisi-Dzheihan (BTC) tendrá una longitud de1767 kilómetros a través de Azerbaiyán, Georgia y Turquía. Su construcción empezó en septiembre de 2002. Su coste total será de 3600 millones de dólares. Los trabajos de ingeniería tendrán un coste de 128 millones de dólares. Su capacidad de transporte será de 50 millones de toneladas, con un millón de barriles al día. Transportará el petróleo de los campos de Azeri-Cirag-Gunesli hasta el puerto turco de Ceyhan. El proyecto lo desarrolla un consorcio internacional en el que los mayores accionistas son la británica BP y la azerbaiyana GNKAR. También participan en el proyecto con porcentajes pequeños las compañías turca TRAO, norteamericana Unocal, noruega Statoil, italiana ENI, japonesa Itochu y norteamericana Amerada Hess.
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