06 julio 2006

La segunda venida de YuliaTimoshenko

Publicado en Izvestia el 22-6-2006.

Yulia timoshenko informó en el parlamento de la formación de la “coalición naranja”. En ella entrarán los que hicieron la revolución de la maidán y después se enfadaron entre ellos; el bloque de Timoshenko, los partidarios del presidente Victor Yushenko y los socialistas de Alexandr Moroz. Ahora intentarán trabajar de nuevo como un equipo unido. Pocos son en Kiev los que creen que puedan conseguirlo.

Timoshenko quiere para ella el puesto de primera ministra. La “princesa naranja” no acepta menos. Yulia ya ha dado a entender que uno de sus primeros pasos va a ser la revisión de los acuerdos del gas en enero con Rusia.

¿Por qué se ha conseguido ahora esta coalición, si tras las elecciones han pasado ya tres meses? En opinión de los politólogos de Kiev uno de los motivos principales ha sido el factor estadounidense. Los Estados Unidos se han inmiscuido activamente en el proceso de formación de la mayoría parlamentaria.

Y no solo inmiscuirse: según fuentes parlamentarias, los “intermediarios” norteamericanos en algunos casos incluso han intentado dictar las normas del juego. En general, nunca ocultaron sus objetivos: se debía formar una “coalición naranja”, sin participación del “prorruso y antioccidental” partido de las regiones de Victor Yanukovich.

Así que una de las principales cuestiones de la política ucraniana se formula hoy día así: ¿se pueden realizar cambios en el escenario norteamericano o ya no se admiten enmiendas?

En opinión de los consultados por Izvestia, fueron los estadounidenses los que insistieron en que el presidente Victor Yuschenko introdujese en el acuerdo de formación de la nueva mayoría parlamentaria un punto sobre la OTAN. El punto está redactado de tal manera que permita le entrada de la OTAN en el país: “Ucrania actuará por una colaboración con la OTAN”. La cuestión del Espacio Económico Común se formula de una manera totalmente distinta: “Ucrania no permitirá la formación de órganos supranacionales, pues significarían una pérdida de soberanía del país y se opone a la Constitución”.

En su reacción a la presión USA, los diputados de Kiev de nuevo llamaron a Yuschenko el “yerno americano”, recordando que su esposa es ciudadana norteamericana, y que en el congreso USA se le recibe mejor que en el parlamento propio.

La confirmación material de la presión norteamericana a Kiev fue el reciente nombramiento como embajador de los Estados Unidos de William Taylor. Hasta ese momento se había encargado en el departamento de estado de la “reconstrucción y estabilización” de Afganistán. Ya antes de llegar a Kiev, Taylor explicó su programa de acción.. Según los planes del nuevo embajador, ya en otoño de 2006 se realizará la primera etapa de este programa y Ucrania formará parte de la OTAN para 2008.

Los estadounidenses ya han comunicado a Yuschenko que están preparados para el ingreso de Ucrania en la OTAN antes del final del mandato de George Bush.Taylor prometió hacer todo lo necesario. Ni la base de la flota rusa en Crimen molesta a la OTAN. Antes se consideraba que la presencia de bases extranjeras era un inconveniente para el ingreso de un país. Pero los criterios se han cambiado rápidamente para no tener que esperar hasta 2017, ya que difícilmente Yuschenko podrá mantenerse en el poder hasta esa fecha para continuar su curso “ideológico maduro”:

Los dirigentes de la OTAN informaron que la presencia en Sebastopol de la flota rusa se puede compaginar con la entrada de ucrania en la Alianza Atlántica. Prestemos atención al hecho de que esta comunicación se hizo de tal forma que supone sólo la “liquidación del inconveniente” para el ingreso en la OTAN, pero no el mantenimiento de los compromisos contraídos por Ucrania con Rusia, entre ellos los plazos para la flota.

Aun manteniendo cálidas relaciones con Yuschenko, los USA también dirigen sus miradas a sus opositores. “En los últimos meses los americanos se han decepcionado con el presidente, ahora buscan activamente entre los demás líderes políticos: los socialistas, el bloque Yulia Timoshenko e incluso el partido de las regiones, - dice a Izvestia el politólogo de Kiev Kost Bondarenko. Al mismo tiempo que los estadounidenses, también los rusos “trabajan” con esos partidos. Su lucha con los USA es cada vez más evidente y más fuerte.

Los estadounidenses no quieren dejar sin usar ni uno solo de los temas políticos ucranianos. Incluso la delicada y estratégica cuestión del tránsito del gas. Aquí los USA mantienen incluso posturas más radicales que la dirección ucraniana. El comité de asuntos extranjeros del congreso norteamericano trató en una reunión especial el tema del acuerdo del gas entre Rusia y Ucrania. El embajador Taylor en su intervención ante los legisladores prácticamente llamó a Ucrania a denunciar el acuerdo de enero con Rusia, y prometió a Ucrania para ello. “No me sorprendería si en Moscú tomasen estas palabras como una declaración de guerra”, comentó a Izvestia un diplomático de un país europeo. A juzgar por la declaración de Timoshenko, el “consejo” del embajador Taylor fue correctamente interpretado en Kiev.

Otro objetivo de los estadounidenses es la aceleración de la salida de Ucrania de la CEI. Para ello tienen gran confianza en el ministro de asuntos exteriores Boris Tarasyuk.. Le llaman “el halcón americano”, en una ocasión fue expulsado de su puesto ministerial por su excesiva tendencia prooccidental y “no estar dispuesto al trabajo con Rusia”. Pero esto fue en otra época política, bajo la presidencia de Leonid Kuchma.

Tarasyuk ya ha dicho que Ucrania piensa en abandonar la CEI, aunque no dio fecha concreta.. La señal decisiva para ello la dará Georgia. Mijail Saakashvili ya ha dicho que abandonará la CEI. Lo ha consultado con Yuschenko y, como es fácil de adivinar, con los estadounidenses.

Las fuerzas prorrusas en ucrania tampoco se quedan cruzadas de manos. Los norteamericanos hablan de la integración de Ucrania en la OTAN, se preparan para las maniobras internacionales “Sea brise-2006” y envían a Feodosia su barco “Advantage”. Los opositores a la política de Yuschenko organizan en Crimen actos masivos de protesta. Como consecuencia los norteamericanos se van. Victoria táctica. Pero la batalla decisiva aún está por ver. Y no se desarrollará en Crimen, sino en Kiev.

La realización de los planes norteamericanos dependerá totalmente de en qué condiciones se forme la mayoría parlamentaria y de cuál sea su “sustancia” ideológica".

Piotr Inozemtsev, Irina Sokolovskaia. Kiev.

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