14 enero 2007

Entrevista: Egor Gaidar, ex primer ministro y director del Instituto de economía del periodo de transición.

Entrevista a Egor Gaidar publicada en Novye Izvestia el 25-12-2006

A finales de año, Rusia se encuentra en una situación de euforia económica. El gobierno ha conseguido uno de los fondos de estabilización mayores del mundo. Los precios del petróleo se mantienen a niveles altos. Por primera vez aparece el problema de en qué gastar el dinero. Sin embargo los expertos previenen de que una política económica incorrecta podría llevar a Rusia al mismo destino que la URSS tras la caída de los precios del petróleo en los años 80 del pasado siglo. Sobre los peligros que nos pueden amenazar hemos hablado con Egor Gaidar, director del Instituto de estudio de la economía del periodo de transición. Aunque no hemos empezado la conversación por los temas económicos.

- ¿Egor Timurovich, cómo se encuentra actualmente?
- Muy bien, gracias.

- ¿A quién le puede ser útil su reciente envenenamiento en Irlanda?
- Creo que a quien quiera desacreditar a Rusia a ojos de occidente. No podemos olvidar que intentaron envenenarme al día siguiente de la muerte de ALexandr Litvinenko. Todo se juntó en un desarrollo de los acontecimientos muy desagradable para el gobierno ruso. Desde el punto de vista del análisis de "a quién le convenía", a quien intenta hacer de Rusia un país marginado.


- ¿Es gente de Rusia o del extranjero?
-
No lo sé, no soy policía ni adivino. Se ha hablado y escrito mucho sobre ello. De momento nada de lo dicho ni escrito demuestra que nadie tenga pruebas decisivas que permitan responder a esta pregunta.

- ¿Por qué le eligieron precisamente a usted?
-
Esto está más claro que el quién. Puedo aproximadamente imaginarme su lógica. El objetivo, en mi opinión, era influir en la opinión pública occidental. A mí me conocen bien en occidente. He manifestado mi desacuerdo con la línea gubernamental en cuestiones básicas de la economía y la política rusa. Puedo imaginarme con qué cabeceras habrían salido las principales periódicos europeos el 25 de noviembre si una serie de casualidades no hubiera permitido salvarme la vida.. Me temo que habría sido un paso más en la conversión de Rusia en un símbolo del mal mundial a los ojos de occidente.

¿Cu
ál es la opinión en occidente sobre la política económica rusa?

- En general buena.
Allí entienden lo difícil que es para un país que depende del impredecible mercado de materias primas y combustible, en condiciones de precios anormalmente altos, llevar una política económica responsable. Este no es solo un problema de Rusia. Lo tienen todos los países con un alto porcentaje de exportaciones de materias primas y petróleo, entre ellos algunos muy desarrollados como Noruega. Lo hecho por Rusia en la esfera financiera y dineraria en Rusia para enfrentarse al reto de los altos precios del petróleo provoca respeto. Por supuesto, no alegra que las reformas estructurales prácticamente se han detenido después de 2003. Causa preocupación la estatalización de algunos sectores de la economía. No hay muchos ejemplos en el mundo en que ejemplos de tal desarrollo de los acontecimientos fuera estratégicamente bueno para un país. Pero en general la economía rusa se desarrolla con estabilidad en los últimos años, los errores importantes cometidos todavía son comparativamente pequeños.



- ¿Resulta que con la democracia, en opinión de occidente, no lo hacemos bien, pero en la economía nos movemos en dirección correcta?
- Sí, pero hay que observar que en los últimos tiempos nos movemos en dirección correcta bastante más lentamente que en los años 2000-2003. Y en algunos casos vamos en dirección incorrecta. En primer lugar pienso en la línea de estatalización de la economía.

- ¿Es decir, que el estado debe salir de la economía entre otros sectores en el gas, petróleo, automovilístico?
- La experiencia mundial no nos da base para deducir que el estado sea un buen empresario. Hay sectores donde la diferencia entre el estado y los empresarios privados no es grande. Esto está relacionado con los monopolios. Puede haber monopolios estatales o privados. Los argumentos a favor de unos u otros no son muy convincentes. Y si hablamos de la competencia, la experiencia muestra que cuando hay un sector privado, cuando hay un propietario interesado en que su dinero se use efectivamente, los resultados son mejores que cuando todo se hace a cuenta del estado y nadie concretamente está interesado en que los gastos sean optimizados.




- ¿Qué reformas son necesarias ahora?

- Si hablamos concretamente de reformas económicas, su enumeración es bien conocida y fue discutida ampliamente antes del segundo mandato de Putin. Las reformas económicas clave que se deben realizar están relacionadas con los gastos presupuestarios. Hemos aprendido bastante bien a recaudar impuestos. Pero no se puede decir que los gastemos bien. Esto se manifiesta en importantes esferas de la vida social, como la educación, sanidad, ciencia, cultura. Aquí los mecanismos de gasto de los medios están dominados por la inercia, dependen en gran medida de cómo gastábamos antes, y no de en qué nivel esos gastos son efectivos. Si ampliamos la pregunta, tienen aun mayor sentido para el desarrollo económico algunos problemas estratégicos como la calidad del sistema judicial, su independencia, la confianza de la sociedad en sus decisiones, la disminución del nivel de corrupción en el aparato estatal, la libertad de prensa. Mientras estos problemas fundamentales no sean resueltos, la propiedad privada no estará bien garantizada. Y esto se muestra en la cantidad y los niveles de inversión, en las perspectivas a largo plazo para el crecimiento económico.


- Sin embargo las inversiones en la economía rusa son ahora mayores que nunca.

- Mientras los problemas citados no se resuelvan, el desarrollo económico de nuestro país será menor de lo que puede ser.



- ¿Hasta qué punto depende la economía rusa del precio del petróleo?
-
Es grande. La porción del petróleo, productos petrolíferos y gas en la exportación rusa es similar a la de la época soviética a comienzos de los 80. Como en el caso de la URSS el pago era en divisas convertibles. La economía de nuestro país, por desgracia, depende fuertemente, como antes, de la coyuntura del mercado de gas y petróleo.

- Significa eso que en caso de caída del precio del petróleo Rusia puede repetir el destino de la URSS?
-
Hoy día Rusia está mejor preparada para una caída brusca del precio del petróleo que la Unión Soviética a mediados de los 80. La URSS no tenía grandes reservas de divisas. Era el mayor importador mundial de trigo, que es fundamental para garantizar el abastecimiento alimenticio de la población. Sus compras eran mayores que la suma de las de los dos siguiente importadores, China y Japón. Hoy día somos exportadores de trigo. Tenemos una economía de mercado, que se adapta a los cambios en el mercado del petróleo más fácilmente que una planificada, socialista. Pero si hay una caída importante y prolongada en el precio del petróleo, no podremos evitar problemas.

- Entonces la ampliación del fondo de estabilización y las divisas…

- Es una política responsable que hemos empezado a llevar hace poco. También Noruega, que es más rica que nosotros, pero que también depende de la coyuntura en el mercado del petróleo, tiene un fondo de estabilización, que es proporción del PIB es muy superior al ruso.

- ¿Qué opinión tiene de la participación en política de su hija?
- Un gran respeto. Es su elección. Somos una familia liberal, los hijos eligen por sí mismos cómo construir su vida. Por supuesto, como padre, preferiría que se dedicara a algo menos arriesgado.


- ¿Hasta qué punto son reclamadas las ideas propuestas por ella?
-
Lo son estratégicamente. En una sociedad educada, urbana, la demanda de libertad es inevitable. A juzgar por lo sucedido en los últimos años, y la vida se mide por generaciones, Rusia está condenada a ser democrática. Según la experiencia probada de muchos países, las leyes antes o después toman ese camino. Pero eso no sucede automáticamente. Es decir, la gente que aspira a hacer de Rusia un país democrático será necesaria.

- ¿Tiene la gente que apoya estas ideas oportunidades en las próximas elecciones?
- No lo sé. En los últimos años no me dedico a la política activa. No me considero un experto en el tema de las próximas elecciones.


- ¿
Se ha alejado de la política definitivamente?
- Considero que hice aquello que debía hacer. Nunca me gustó. Ahora me dedico a algo que me resulta más agradable: escribo libros, ayudo a jóvenes economistas a profundizar en su profesión.



- ¿Está usted de acuerdo con los reformadores liberales de los años 90 que achacan los actuales éxitos económicos de Rusia a las reformas llevadas a cabo con éxito por ellos?
-
Yo no diríallevadas a cabo con éxito”: Las reformas fueron inconsecuentes, con muchos virajes. A periodos de reformas enérgicas les siguieron tiempos que podemos calificar como de miniestancamiento. Pero es cierto que en los años 90 se formó la carcada de la economía rusa privada y de mercado, que empezó a crecer en 1997, después se detuvo el crecimiento en 1998, se reanudó en 1999 y continuó los años siguientes.


- Si volviera a los años 90, ¿qué haría de otra forma?
Si entonces hubiera poseído los conocimientos que ha acumulado en los últimos 15 años de reconstrucciones postsocialistas, se hubierna podido evitar muchos errores técnicos. Digamos que habría reformado de otra manera el sistema de comercio exterior en enero de 1992, no habría demorado la liberalización de los precios del combustible. Si usted me preguntara si viviríamos en otro país le contestaría: no. El país estaría aproximadamente en la misma situación. Los problemas básicos estaban fundados en las décadas anteriores de economía socialista, ya que la estructura económica era inviable para el caso de una brusca caída de los precios del petróleo y de bancarrota de la URSS. Hubo que adaptarse a condiciones diferentes, formar una economía privada de mercado en un país en el que no había existido durante tres generaciones, y que había perdido las tradiciones de comportamiento de mercado y de empresariado privado. Esta cuestión no la puede resolver en un día un conjunto de los mejores decretos gubernamentales.

- Es decir, ¿era inevitable la crisis de los 90 y la reducción de la democracia en los años 2000?
-
La crisis de los 90, sí. La reducción de la democracia después de unas crisis aguda, probablemente. La caída de la producción en los años 90 después del fin del socialismo se dio en los 28 estados postsocialistas. Donde el periodo socialista fue más corto, la crisis terminó antes y el crecimiento económico apareció más rápidamente. En Europa Oriental y los países bálticos, donde el socialismo existió durante 40 años, el periodo de caída de la producción fue de 3-4 años. En los países postsoviéticos, donde el socialismo duró 70 años, se desarrolló durante 6-8 años. Pero el tempo del crecimiento económico en los países donde la crisis fue más profunda es mayor que en los países donde fue corta. Si no se fija sólo en Rusia, sino el los 28 estados postsocialistas, en su trayectoria de desarrollo, verá que son similares. Aunque en estos países cambió el gobierno cientos de veces, en ocasiones con cambios grandes de política económica. El desarrollo de la crisis en los años 90 estimuló objetivamente la demanda de “mano fuerte”. En qué medida esto hizo que la elección de una disminución de la democracia fuera inevitable, no lo voy a juzgar.

- A los liberales rusos les acusan de que con la crisis de los 90 desacreditaron la misma idea del liberalismo, y ahora la palabra liberal es un insulto en nuestro país.
- Es un tema complicado. En nuestro país se intenta presentar la palabra “liberal” como un insulto, pero cuando vamos a los hechos se culpabilica a todos los pseudoliberales, falsos liberales. Evidentemente exite una opinión larvada hacia esta palabra en Rusia que no es unívoca. En lo referente al comienzo de su pregunta, le responderé: si hay que tomar medidas fuertes de reanimación sin anestesia, porque no la hay, pero hay un peligro real para la vida, no hay que alimentar las ilusiones de que al paciente todo esto le cause placer.

- ¿Y ahora el paciente está sano y maldice a los médicos?

- El paciente tiene ahora muchos antiguos achaques crónicos, pero ha salido de la crisis aguda.

- Y no lo agradece.
- Si te dedicas a hacer reformas y esperas agradecimiento quiere decir que no comprendes bien cómo está hecho el mundo. Los chinos dicen: “Que Dios no te haga vivir en época de cambios”.

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