29 mayo 2005

La campaña norteamericana en Afganistán cada vez se parece más a la soviética

Publicado en Izvestia el 26-5-2005

LA CAMPAÑA AMERICANA EN AFGANISTÁN CADA VEZ SE PARECE MÁS A LA SOVIÉTICA 19:00 26.05.05
"En los últimos días, al oeste de Afganistán como resultado de las operaciones militares de los norteamericanos y las fuerzas gubernamentales han caído 12 guerrilleros del movimiento talibán. El destacamento de talibanes entró en Afganistán desde el vecino Pakistán". En este comunicado de radio Liberty bastaría cambiar Talibán por muhaidin y fuerzas americanas por soviéticas para que fuera el típico comunicado del programa Vremya desde Kabul hace veinte años.
La historia se repite. Otra vez empieza en Afganistán la “estación de batallas”. En primavera la nieve desaparece de los pasos en la cordillera del Hindukush y vuelve la actividad de la oposición armada, como en los tiempos en que mandaban en Kabul Babrak Karmal o Nadzhibullah. Otra vez, como hace veinte años destacamentos de guerrilleros entran a Afganistán desde el vecino Pakistán. Hay una diferencia: los que mueren en estas escaramuzas son los soldados americanos, no los del “contingente militar limitado soviético”.
Desde comienzos de marzo han muerto en Afganistán 27 soldados. Son menos de los que perdía diariamente el ejército soviético, pero de todas formas la cifra impresiona. Y demuestra que la guerra en Afganistán no ha terminado, continúa plenamente. Los talibanes del siglo XXI no son menos fuertes, que los muhaidines del XX. Continúan la oposición al “nuevo ocupante”. Como en los tiempos soviéticos, los soldados extranjeros controlan Kabul y algunas otras ciudades. Y eso durante el día. El resto del territorio está controlado por los señores de la guerra locales y por los líderes tribales.
El norte de Afganistán es un caso aparte. El sur del país está poblado por tribus pastunes, donde los habitantes de las zonas fronterizas no ocultan sus simpatías por los talibanes. Estos son pastunes, y un pastún debe ayudar a otro pastún, según dictan las normas tribales. Así ha sido siempre. En su tiempo, los pastunes también simpatizaron con otros compatriotas, los muhaidines de Gulbuden Hekmatiar y Yunus Hales. Los líderes pastunes mantuvieron relaciones con los talibanes durante algún tiempo. Sin embargo muchos de ellos apoyaron la intervención norteamericana. Ahora esto ha vuelto a cambiar.
Hay otro factor que ejerce una gran influencia, no siempre buena, en la situación afgana: Pakistán. Por supuesto, la situación en este país es totalmente diferente a la de hace 20 años. El presidente Musharraf apoya a los americanos y al gobierno proamericano de Kabul, mientras que su antecesor, Zia Ul Hak hacía todo lo posible por derrocar el “régimen comunista” de Kabul.. En los 80 Pakistán era una retaguardia tranquila para los muhaidines. Los talibanes, como nos recuerdan a menudo las autoridades pakistaníes, están fuera de la ley en Pakistán.
Pero esto es solo a nivel oficial. La simpatía popular hacia los talibanes es muy grande, sobre todo en las regiones occidentales, habitadas por pastunes. La base del movimiento talibán es afgana, formada por estudiantes de las madrasas pakistaníes en la zona fronteriza noroccidental y en la provincia de Beluzhistán. Se trataba de huérfanos de corta edad entregados para ser educados en las escuelas religiosas. Una vez adultos se convirtieron en guerreros de Alá, y fueron dirigidos por sus maestros pakistaníes. Les educaron según las normas pastunes, e interpretaron el islam como se suele hacer en estas comunidades.
En los últimos tiempos el ejército pakistaní ha llevado a cabo operaciones militares en la frontera con Afganistán, intentando destruir los grupos de talibanes. Pero no lo han conseguido. En el lugar de los caídos aparecen nuevos luchadores, que son alumnos de las madrasas pastunes. Y la situación en las “Zonas pastunes libres” no puede ser controlada por el gobierno pakistaní.
Es decir, al igual que los muhaidines en el pasado, los talibanes pueden pasar el invierno como habitantes de las regiones orientales y sureñas de Afganistán y en la zona pastún de Pakistán.
Y en primavera, como hace veinte años, empieza de nuevo la temporada de combates.

Dos agentes de la CIA, uno joven y otro viejo. El joven pregunta:
- ¿por qué crees que los rusos perdieron la guerra en Afganistán y nosotros hemos ganado?
El viejo, pensativo:
-Ellos también decían “Casi hemos ganado”…

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bueno, y yo a raiz de lo que espones que pasaria si los servicios secretos de algun pais se dedicase a entregar millones de dolares en armamento sofisticado (tipo Stinger) a los talibanes

Iñaki dijo...

Ciertamente. Lo que yo no sé es hasta cuándo podrán tener "congelado" el tema afgano, lejos de los medios de comunicación. Porque está claro que no controlan nada, que no ha cambiado gran cosa, que las mujeres siguen pisoteadas como antes, que los traficantes de opio hacen lo que quieren, que los señores de la guerra controlan casi todo el país. Y eso sin el apoyo de ninguna potencia grande , mediana ni pequeña.
Y algunos, para congraciarse con los americanos por haberse ido de Irak ofrecen ampliar su presencia en Afganistán...