05 junio 2006

La nueva arrogancia rusa

Es que no me puedo resistir. Hoy Pilar Bonet, de El Pais, da otro ejemplo del tratamiento informativo de los temas rusos. Curiosamente define a Rusia por los defectos que ella misma y su periódico, destacando entre el resto de la prensa española, poseen en grandes cantidades.

El titular:

La nueva arrogancia rusa

Los dirigentes del Kremlin exhiben prepotencia amparados en la opacidad informativa y la boyante situación económica

Ya vemos por dónde va la cosa. El texto sigue con frases como:

Con los petrodólares desbordando las arcas de Rusia, la prepotencia en relación a Occidente impregna cada vez más la vida pública de este país y aflora en el discurso de sus dirigentes.

...

cuando se trató sobre la dependencia energética de Ucrania respecto a Rusia. "Si quieren seguir apoyando todo lo que allí sucede, paguen por ello, ¿por qué tenemos que hacerlo nosotros?", espetó.

Vemos lo que Pilar Bonet considera arrogancia. Cuando occidente financiaba a un candidato a la presidencia ucraniana, no se inmiscuía, cuando Rusia lo hacía, era neoimperialismo. La diferencia estaba en que Rusia financiaba el gas de los hogares y las fábricas de Ucrania. La señora Bonet ha tenido un error de traducción, o se le ha olvidado parte de la pregunta. La frase de Putin fue: ¿por qué el contribuyente alemán debe pagar 250 dólares por 1000 metros cúbicos de gas, y el ucraniano 50? ¿Por qué el contribuyente ruso debe financiar a Ucrania?¿Por qué no lo hacer ustedes si quieren apoyar a Ucrania?

Estas preguntas son de mal gusto, chulería, prepotencia, etc etc para la sra Bonet y otros gurús de su periódico. A mí sin embargo me parecen bastante lógicas. Y los medios de prensa españoles se niegan repetidamente a publicarlas, porque esa es la base de este tema. Libertad de prensa lo llaman. Por qué occidente quiere tener un satélite que le ayude a presionar a Rusia para controlar su gas y petroleo, pero se niega a pagar los gastos que supone su nueva colonia. Y que no me hablen de la libertad, porque la libertad que hay en Ucrania es infinitamente menor que la que hay en Rusia, y se puede ir uno por uno a todos los factores de los que se acusa a Rusia:

  • En Rusia Putin ha cambiado la elección de gobernadores por el nombramiento directo. Bueno, al menos tienen que ser ratificados por el parlamento regional. En Ucrania los nombra el presidente a dedo, aunque haya obtenido un 5% de los votos en la región.

  • En Rusia se oprime a las culturas minoritarias. En Rusia, como por cierto en la URSS, las lenguas de las minorías tienen estatus de lengua oficial del territorio. En Ucrania, el gobierno no quiere dar es mismo estatus al idioma de más de la mitad de la población, y lo compara con el húngaro o el griego. Digamos, como si Maragall dijera que el castellano tendrá la misma defensa en Cataluña que el árabe o el yoruba. Por cierto, en una sociedad bilingüe como la ucraniana hablar de nosotros y ellos como lo hizo el sr Yuschenko en su entrevista con Bonet queda como indecente. Pero la periodista ni palabra. Hay que guardar la polvora para Putin, que si no, el Terstch me manda a la puta calle. Recuerdo otra loa de la construcción nacional ucraniana en Crimea, que le ha salido rana a los naranjas, escrita por la sr a Bonet en agosto pasado. Se olvidaba del pequeño detalle de que la voluntad de la población no iba por su ucranización forzada. De vergüenza.

  • Putin falsifica las elecciones. Aún no sé cómo se explica que Yuschenko obtuviera un 95% de votos en regiones en las que ha emigrado más del 30% de la población. Ni he visto ninguna explicación de por qué se cambiaron los apellidos en el censo a miles de personas, con lo que se les impidió votar. Por seguir el ejemplo, el sr Herrero va a votar en Cataluña y se encuentra con que no aparece en el censo y no puede votar. Es que estaba en la F de Ferrer, no en la H de Herrero, como muestra su documento de identidad. Casualmente esto perjudica en la mayoría de los casos a los enemigos políticos de Yuschenko. Y por cierto, la OSCE ni se digna a mencionarlo. ¿Sería el ejemplo de la democracia el sr Maragall si hiciera algo así? Pues el sr Yuschenko sí lo es.

  • En Rusia no hay libertad de prensa. No tienes más que ver la televisión ucraniana para ver la diferencia. Digamos, que si del 1 al 10 en Rusia se puede valorar en 4, para Ucrania sería un 2, siendo optimista. Pero total, nadie en Europa Occidental ve la televisión rusa ni la Ucraniana, se puede decir lo que se quiera. Y hablando de libertad de prensa, cualquier ruso, cualquiera, tiene al menos la posibilidad de conocer la monolítica versión occidental sobre los asuntos relacionados con su país. ¿Qué posibilidad tienen el 99.9% de los españoles de conocer la versión rusa sobre lo que pasa en su país? Ninguna, porque Bonet y cía hacen artículos de opinión en lugar de información, y cuentan sólo lo que conviene a la línea ideológica de sus jefes. "impresionismo informativo", es decir, sustituyen el rendimiento de cuentas al ciudadano por el intento de despistarlo mediante unas cuantas pinceladas de la realidad. Dicho en palabras de Pilar Bonet, es difícil describir mejor sus crónicas y las de su colega.

  • Putin nacionaliza empresas privadas para entregar las empresas a sus amigos. Evidentemente, si no has contado nunca cuál fue el motivo de la disolución del tándem Yuschenko-Timoshenko podrás decir cosas así. Para resumir lo que nunca contó P Bonet: continuadas discusiones sobre quién se queda con los bienes que nacionalizamos y volvemos a privatizar: tus socios o los míos. Leches, que hasta la prensa ucraniana lo contaba. Pues aquí ni pío, unas menciones generales a acusaciones de corrupción y santas pascuas. El gobierno ucraniano tenía todos los motivos del mundo para renacionalizar empresas robadas al estado. Por cierto, muchas de ellas robadas cuando Yuschenko era primer ministro con el malvado Kuchma y Timoshenko su mano derecha. Es decir, que sabían bien qué era lo robado. Pero luego quedárselo con sus amigos ya es de mal gusto. Al menos Putin lo nacionaliza, y si fuera verdad que las empresas nacionalizadas las dirigen sus amigos, al menos serían administradores, no propietarios. Y ya va siendo hora de que El Pais cuente cómo se hizo millonario el sr Jodorkovski. Y de que occidente admita que la privatización realizada por sus protegidos fue una indecencia que hay que solucionar. La solución que dio Putin, hecha pública, con luz y taquígrafos en su reunión con los oligarcas fue: nos olvidamos del pasado, pagáis impuestos a partir de ahora y dejáis de mangonear al gobierno, darle órdenes y nombrar y quitar ministros, como se hacía con Yeltsin (era literalmente así). Y todos aceptaron menos uno. ¿Quién? El demócrata que se opuso a Putin. Si a occidente no le gusta la solución debería proponer otra. Tal vez sea la de la última cumbre: queremos acceso a vuestros pozos de petróleo y gas. Y hablan de prepotencia.

Son muchas las cosas que hace mal el actual gobierno ruso. Pero que occidente le acuse de prepotencia es una broma de mal gusto. Que miren primero en su casa y después que den consejos.

Y la prensa debería librarse del papel puramente propagandístico que ha tomado en los últimos 2-3 años, enterarse de las cosas y contarlas. Hay muchas cosas que sí van mal en Rusia y se hacen mal. Pero para eso hace falta algo que a nuestra prensa le falta, y no sé si es libertad o inteligencia.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Esta mañana lei el articulo de Pilar Bonet y aparte de sorprenderme (cosa que ya es dificil)por el complejo de superioridad que destila (y luego habla de prepotencia)recorde el post de ayer. Ya sabemos que sobre gustos no hay nada escrito y que la Bonet destila babas por su amado Yusenko (patetica su entrevista) pero el periodico que le da empleo habria exigido al susodicho la dimisión si fuese un politico español, alguien que es el presidente de un pais y obtiene una derrota tan sonada en las legislativas, como minino tendria que presentar su dimisión, pero parece que lo que es bueno para España no lo es para Ucrania. En fin yo no se quien les marca la linea editorial al trio de corresponsales que tenemos en Rusia.

Iñaki dijo...

Sí parecía difícil sorprenderse con Pilar Bonet, pero lo ha conseguido. No había visto hace tiempo una actitud tan prepotente, tan neocolonialista. Y hay cosas curiosas en el artículo: da como ejemplo de falta de credibilidad de Putin una encuesta realizada entre oyentes de Eco de Moscú. Vamos, como si para saber la opinión de los españoles sobre Zapatero haces una encuesta entre oyentes de Jimenez Losantos. Un poco sesgadilla me parece. Pero total, nadie sabe aquí qué es Eco de Moscú (emisora que, por cierto, pertenece a Gazprom).
Lo que a mí más me choca en la línea que sigue Bonet con respecto a Ucrania, y que difiere de lo que defiende el Pais para España es lo que mencionas, que tienen distintas varas de medir. Recuerdo como, durante la campaña presidencial de diciembre de 2005 explicaba extasiada que tras los últimos acontecimientos los ucranianos habían dejado de ser simplemente ciudadanos, eran un pueblo. Que es precisamente lo contrario de lo que defendemos aquí, que tenemos derechos como ciudadanos, no como miembros de un pueblo. Pues bien, ese tipo de ideología para Ucrania está bien, y para España no. ¿Por qué? No lo sé.

Anónimo dijo...

Grandes misterios de la Historia. Pero es que los Ucranianos eran un pueblo con independencia del idioma que hablasen o la fe que profesasen, pero me da a mi que con la politica tan extremadamente nacionalista que practica Yusenko (y que tan bien parece que cae por estos lados)esta consiguiendo fracturar el pais. No se puede imponer a la fuerza su idea a la mitad del pais, creo que lo que falta son consensos basicos ¿Quienes somos? ¿Como somos? ¿Donde queremos ir? y me temo que eso no se conseguira siguiendo a los nacionalistas de Ruj que miran unicamente hacia Polonia, ni a los habitantes de Sevastopol que solo miran hacia Rusia. ¿Por cierto el Ucraniano era oficial antes de la independencia? creo que si, lo que significaria que con la independencia los ucranianos de lengua materna rusa habrian perdido derechos, que los ucranianos de lengua materna ucraniana si tenian en los tiempos de la dictadura roja.