Publicado en Argumenty i fakty e 14-9-2005
La caída del gobierno de Timoshenko era inevitable, considera Stanislav Belkovski, director del Instituto de Estrategia Nacional.
Y debía suceder antes de noviembre, periodo de formación de las listas preelectorales del nuevo "partido del poder" (las elecciones legislativas serán en marzo de 2006). Timoshenko no estaba dispuesta a ceder el primer puesto en la lista para ella, y un mínimo del 50% de los puestos en el parlamento para sus partidarios. Yushenko y su círculo (Poroshenko y cía) entendían que en tal caso la primera ministra tendría más poder que el presidente, y no estaban dispuestos a permitirlo.
Sin embargo Timoshenko habría seguido aún algunas semanas en el puesto de primera ministro de no haber sido por los sucesos de la fábrica metalúrgica de Nikopolsk. Esta empresa había sido privatizada y comprada por Victor Pinchuk, yerno del expresidente Kuchma. Tras la "revolución naranja" la vendió a los empresarios rusos A. Abramov y V. Vekselberg. Yushenko prometió personalmente que la fábrica no volvería a ser nacionalizada. Sin embargo la señora Timoshenko consiguió a través del tribunal de arbitraje una decisión de nacionalización. Abramov y Vekselberg quedaron anonadados. Resultaba que Yushenko no pintaba nada.
En tal situación Yushenko estaba obligado a hacer algo. De otra manera, los grandes empresarios y la admistración entenderían que el dueño de la situación no era Yushenko sino Timoshenko. La decisión del cese del gobierno fue tomada el domingo 4 de septiembre. Pero Yushenko no podía simplemente expulsar a su popular primer ministra, el pueblo no lo habría entendido. Y por eso lo presentó como una "limpieza general": junto a Timoshenko cesó al enemigo de ésta, Piotr Poroshenko, y retiró temporalmente al primer consejero del presidente A. Tretyakov. Aunque lo más probable es que vuelvan al gobierno en la primera ocasión propicia.
Y para Timoshenko quedaba su papel habitual: líder de la oposición. Por un lado le apoyarían los "heroes de la maidán", los que consideraban que Yushenko había caído bajo control de los oligarcas y había traicionado los ideales de la revolución. Por otro, los electores de la parte oriental y sur del país, que odian a Yushenko, y consideran a Timoshenko un "mal menor". El oriente y sur rusófono no tenían un líder carismático, porque perdieron las elecciones de 2004. Ahora tendrían uno nuevo.
Lo más probable es que el bloque de Yulia Timoshenko obtenga el primer puesto en las próximas elecciones, sobre el 25% de los votos. Y el partido de Yushenko "Bloque Popular Nuestra Ucrania", que será asociado con la nueva oligarquía y con todos los errores del gobierno, un 15-16% como mucho. Aunque para formar gobierno Timoshenko tendrá que pactar con otras fuerzas de segunda categoría como los socialistas, comunistas o el bloque de Yanukovich. Pero en este sutil juego puede perder frente al impersonal pero inteligente y refinado círculo de Yushenko.
A favor de Yushenko seguirán el presidente del parlamento V. Litvín y el líder de los socialistas A. Moroz. No se excluye que cuando se acerquen las elecciones alguno de estos políticos sea nombrado primer ministro. Hasta entonces estará al frente del gobierno Y. Yejanúrov, gobernador de Dnepropetrovsk y viceprimer ministro con Yushenko entre 200 y 2001. Yejanurov es valorado por los grandes empresarios por su profesionalidad, sobriedad y pulcritud. Pero el no puede competir políticamente con Yulia Timoshenko. Sobre todo cuando a finales del otoño y en invierno esperan a Ucrania una serie de crisis económicas que la opinión publica achacará al "error" del presidente de expulsar a la popular primera ministra.
"Desde el principio el equipo de Yushenko ha estado desunido - dice el director del Instituto de Investigaciones Políticas, Serguei Markov. - Era un conjunto de gente, desde los que actuaban movidos por principios honrados hasta oligarcas que buscaban sólo controlar el poder. El propio presidente entregó su poder a otros, ya que quería dedicarse a asuntos por encima de los problemas de estado, y extender por todo el mundo los elevados principios de la "revolución naranja". Algo así como un nuevo Vaclav Havel."
"Los métodos por los que Timoshenko llegó al puesto de primera ministra sólo se pueden calificar como muy crueles, - considera el politólogo Victor Nebozhenko, director del servicio "barómetro ucraniano". En medio año ha provocado cuatro serias crisis económicas: el encarecimiento de la carne y el azúcar, además de provocar conflictos con Rusia por el robo de gas a las compañías rusas y por el intento de fijar los precios de la gasolina. Sin embargo los ciudadanos de a pie valoraron positivamente la "privatización" del gas ruso en primavera de 2005 y su intento de conseguir una gasolina barata. Aunque en comparación con la época de Kuchma la corrupción ha crecido mucho, Timoshenko sale de rositas, ya que el nombramiento de los altos cargos es responsabilidad del presidente".
Dmitri Makarov.
2 comentarios:
Tengo la impresión de que los chicos de "Argumenty i fakty" andaban algo despistados en su composición de lugar ... Y eso de las regiones surorientales de Ucrania cerrando filas con Juana de Arco ... ufff [y no hablo a toro pasado].
De momento, le han dado una buena estocada a la dama. La cuestión es: ¿se atreverán a [intentar] apuntillarla antes de las Parlamentarias?
Así es. Una cosa es que La gente de Timoshenko haya intentado llegar a una alianza táctica con Yanukovich y otra que se pueda convertir en la nueva líder oriental. Además en la tal alianza se le ha adelantado Yuschenko.
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