El gobernador de la provincia georgiana de Imereti, Akaki Bobojidze, presentó su dimisión después de romperle la nariz al popular periodista televisivo Irakli Imnashvili. El presidente de Georgia alabó al gobernador por … sus altas cualidades morales y le pidió que siguiera en el puesto “por lo menos una semana”. Este no es el primer caso en que Mijaíl Saakashvili justifica las acciones violentas de sus funcionarios. Hace poco denominó a la paliza que dieron militantes de su partido a periodistas del canal de televisión ruso NTV “expresión del sentimiento de dignidad nacional”.
El mismo día que Bobojidze pegó al periodista después de un programa en directo, la mayoría progubernamental y la oposición se pegaron en una reunión del gobierno de la ciudad de Tbilisi. No fue castigado ninguno de los “infractores del orden público”.
Por la paliza al grupo de grabación de NTV hace dos meses en el pueblo de Napareuli, en la provincia de Kajetia tampoco respondió nadie. Además, los participantes en la paliza a los periodistas, dirigidos por el alcalde Nodar Paradashvili, fueron elevados a la categoría de héroes nacionales. En una intervención televisiva con motivo del segundo aniversario de la “revolución de las rosas”, Saakashvili dijo que la paliza a los periodistas rusos por parte de la “famosa por su hospitalidad" población de Napareuli, ilustra “el crecimiento entre los ciudadanos de Georgia del sentimiento de dignidad nacional”. El presidente lo denominó “uno de los principales logros de la revolución”.
Si el inofensivo intento de conocer la opinión del ciudadano corriente de Georgia sobre el recientemente famoso film porno en que los protagonistas se parecían a Mijaíl Saakashvili y Yulia Timoshenko es tomado por el presidente georgiano como una ofensa al orgullo nacional, se entiende por qué la violencia entra cada vez más a menudo en los usos políticos. Imnashvili tampoco dijo nada especial al gobernador. Simplemente le recomendó que “estudiaran modales él, su familia y su gabinete”.
El mismo día que Bobojidze pegó al periodista después de un programa en directo, la mayoría progubernamental y la oposición se pegaron en una reunión del gobierno de la ciudad de Tbilisi. No fue castigado ninguno de los “infractores del orden público”.
Por la paliza al grupo de grabación de NTV hace dos meses en el pueblo de Napareuli, en la provincia de Kajetia tampoco respondió nadie. Además, los participantes en la paliza a los periodistas, dirigidos por el alcalde Nodar Paradashvili, fueron elevados a la categoría de héroes nacionales. En una intervención televisiva con motivo del segundo aniversario de la “revolución de las rosas”, Saakashvili dijo que la paliza a los periodistas rusos por parte de la “famosa por su hospitalidad" población de Napareuli, ilustra “el crecimiento entre los ciudadanos de Georgia del sentimiento de dignidad nacional”. El presidente lo denominó “uno de los principales logros de la revolución”.
Si el inofensivo intento de conocer la opinión del ciudadano corriente de Georgia sobre el recientemente famoso film porno en que los protagonistas se parecían a Mijaíl Saakashvili y Yulia Timoshenko es tomado por el presidente georgiano como una ofensa al orgullo nacional, se entiende por qué la violencia entra cada vez más a menudo en los usos políticos. Imnashvili tampoco dijo nada especial al gobernador. Simplemente le recomendó que “estudiaran modales él, su familia y su gabinete”.
Alexandr Iashvili. Tbilisi
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