26 marzo 2006

La definición de las prioridades nacionales rusas

Publicado por Izvestia el 10-3-2006.

En una intervención de Vladislav Surkov ante los delegados de Rusia Unida, éste expuso las líneas maestras de lo que debería ser el desarrollo del país en los próximos años, así como cuáles son las principales amenazas en su futuro. El texto es muy interesante, pero lamentablemente muy largo para traducirlo, así que pongo aquí solo los comentarios de varios analistas políticos.


Desde que en la página oficial de "Rusia Unida" se publicara el texto del programa ideológico que el jefe de la administración presidencial, Vladislav Surkov, presentó a los miembros del partido, la discusión en torno a él no deja de crecer. Y lo que es más raro, la discusión ha salido de la esfera de los partidos y los expertos y ha pasado a la sociedad. Esta semana, uno de los principales periódicos del país publicó el texto completo de 19 páginas y lo puso a disposición del gran público. ¿Qué es lo que dijo Surkov que crea tal atención en millones de personas? Para aclararlo, Izvestia ha decidido dar la palabra a quien tiene relación directa con la actividad de este influyente, pero desconocido por la mayoría de los rusos, teórico del kremlin, a expertos con alto nivel de conocimiento político.

Sería interesante, estamos seguros, la opinión de la oposición. A esta última no la envidiamos: es difícil oponerse con argumentos y lógica a lo que es evidente. Las “tesis de febrero” de Surkov son fuertes precisamente por su lógica y concreción.

Formuladas las preferencias ideológicas del poder

Finalmente han quedado expuestas las preferencias ideológicas del poder, de una manera clara. Queda claro qué quiere y qué piensa el sujeto colectivo que llamamos kremlin. Me causa una gran alegría que la intervención de Surkov empiece con las frases liberales habituales: la fuerza de la palabra sustituye a la fuerza de la fuerza, en democracia se vive mejor, Rusia es un país europeo, la CIA no es culpable de la desaparición de la URSS etc etc. Las ideas liberales, al menos como etiquetas, han entrado en la mentalidad de la élite. Se ha dejado claro a los miembros del partido que en la construcción de su nueva sociedad queda prohibido tocar los símbolos liberales. Punto.

Por desgracia en esto se acaba el sentimiento de satisfacción. Recuerdo algunos momentos de desacuerdo. Vladislav Surkov hablaba de la necesidad de conseguir la competitividad del país, presuponiendo que el gobierno ahora se ocupa de esto. Pero la disminución de la democracia, con todo mi respeto por Surkov, la disminución del número de puntos de poder que aún se eligen por elecciones directas, el apartamiento de periodistas heterodoxos con el poder y otras muchas cosas, nos sacan del curso de la historia, disminuyen la calidad de las decisiones tomadas y la calidad de la élite del país.

Surkov critica acaloradamente el periodo de los años 90, en particular habla del periodo de las elecciones de 1996. No vamos a recordar que Vladimir Putin, y todo su equipo, no llegaron como antítesis del régimen zoológico (en expresión de Surkov), sino como sus herederos. Lo interesante es otra cosa. ¿Habría sido mejor si en 1996 hubiera vencido Zyuganov?. Entonces el apellido del actual presidente ruso , con toda seguridad, no sería Putin.

Leonid Gozman, vicepresidente del consejo político de la Unión de Fuerzas de Derecha.

Hay posibilidades de ruptura de Rusia

Hace ya tiempo que venimos hablando de la necesidad de formular una política de partido inteligible. La intervención de Surkov en la asamblea de Rusia Unida es un reconocimiento de que al fin se ha formulado esta ideología. Y al parecer no solo partidaria sino estatal. Lo primero que me viene a la mente es el Japón de la época de la época Meiji. El programa de Surkov es, de espíritu, parecido al programa nacional de Japón en la segunda mitad del XIX, por el cual salió del feudalismo y pasó a ser una potencia industrial. ¿En qué consistía esta ideología japonesa, representada en la película de Hollywood “El último samurai”? En mantener un respeto por su pasado, no abandonar lo mejor de su alma samurai y de sus tradiciones nacionales. Apoyarse en lo que tiene a su favor. En lo que hacían mejor que los “occidentales”. Con ello los japoneses utilizaron al máximo las posibilidades técnicas de occidente para su propia modernización. ¡Con el añadido de que en Japón no hay prácticamente recursos naturales!

Surkov no dice directamente que es inadmisible una revisión de las privatizaciones. Peor esto es un punto de partida. En la sociedad provocaría una reacción muy fuerte. La renacionalización la jugarán muchos como carta de triunfo. Pero este camino no tiene salida, pues enterraría el mercado que aún no está del todo desarrollado pero que funciona en el país. La consecuencia sería el hundimiento del estado.

Por otro lado, es imposible mantener todo como estaba. Porque el reparto de la propiedad estatal se realizó de una forma muy injusta. Y el pueblo, todo el pueblo, lo cree precisamente así. Las condiciones básicas del programa de Surkov son estas: la libertad, la justicia y el bienestar material de los ciudadanos. Las innumerables injusticiascometidas en el proceso de privatización pueden perjudicar a todo el edificio económico. Socavan la fe de la población en el capital ruso. En esta situación es preferible una variante en la que, sin romper el mercado, la sociedad haga que los nuevos propietarios paguen de una u otra forma por las propiedades que se reconozca que fueron adquiridas en condiciones muy desfavorables para el estado.

Está claro que en el conjunto del país esta campaña de restablecimiento de la justicia va a ser tremendamente difícil. Sin embargo, desde punto de vista político, todo está decidido. Y lo más importante, después de este proceso toda la propiedad privatizada será definitivamente legítima a ojos de la población.
Es difícil no estar de acuerdo con otras tesis de Surkov, sobre la especial significación de la situación material en la vida de cada uno de nosotros. Esto es así. Pero la efectividad del estado en el conjunto del país no se puede medir tan sólo por la situación material.
El estado debe preocuparse también de sus prioridades morales. Tenemos algo que oponer a la visión materialista europea. Historia, literatura, música, riquezas de la naturaleza, y logros deportivos (bienvenidos, deportistas olímpicos). El ciudadano de Rusia debe pensar, no tengo dos televisores un coche nuevo, pero soy inteligente, educado, tengo una familia fuerte, hijos sanos, respiró aire puro, digo en un país muy hermoso y estoy orgulloso de su pueblo. El resto llegará, el resto no es lo más importante.

Existe la opinión de que el liberalismo y el patriotismo son incompatibles. Esta es una opinión profundamente equivocada. En el desarrollo normal de un país, el liberalismo y el patriotismo se complementan uno a otro, intervienen como las dos caras de una moneda. Porque cualquier burgués es patriota por definición. Hay muchas cosas que lo unen a su patria: su familia, su negocio, sus propiedades, etc.. Surkov tiene razón: su oposición proviene de que ha llegado a Rusia como a una plantación tropical a la que solo se va a ganar dinero, o no se va. Porque en Londres el clima es más agradable.
Así que debemos ser liberales al máximo en lo referente a las libertades de los ciudadanos y a la economía «interna».y al mismo tiempo debemos practicar el pragmatismo, la soberanía, e incluso el cinismo en todo lo referente a la actividad financiera política y económica externa. Las actuales potencias mundiales actúan precisamente así, ejerciendo el máximo proteccionismo.
La globalización sin fronteras es rentable para los que son más fuertes económicamente. El irreflexivo deseo de entrar por el camino de la globalización o de ingresar en la OMC o a una partida de ajedrez entre un novato y un gran maestro. Todo se desarrolla con justicia, según las reglas, pero el novato va a perder siempre.está claro que no nos interesa ejercer el papel de novato.es mejor unirnos cuando estemos preparados, y tengamos posibilidades de éxito.
Vladimir Medinski. Miembro del consejo general del partido «Rusia Unida», diputado.

! Es un camino hacia la democracia, y no al revés!

Surkov no hizo ninguna revelación, lo que es natural.Se trataba de explicar lo que hay que hacer, de formular claramente la identidad política de «Rusia unida». Y se hizo bien. En pocas palabras, a la pregunta de ¿Quién somos? se respondió claramente.
Me parece que la cuestión era crear un partido que fuese patriótico: que tuviese una relación definida con su país y el estado y que de esa manera fuese un partido del sentido común.lo que rechazara las anteriores ideologías no pragmáticas, sino que, en cualquier caso, las apartara.

¿Qué es un partido desde el punto de vista del contenido? Es una forma de ver el mundo, una opinión sobre el pasado el presente y el futuro. La relación con el pasado y el presente se formuló de manera clara. En un cierto nivel, queda el problema de la relación con el futuro. Pero este no es un problema de Surkov, sino de los políticos del gobierno ruso. Es futuro del país también se mencionó en la intervención, de una manera, digamos, puntual.
El resto de la el resto de la intervención fue simplemente muy buena. En mi opinión fue brillante. No creo que se le puede oponer nada.
La cuestión de la autodefinición de Rusia se basa indudablemente en un sistema de valores y relaciones con la civilización europea. Se especificó la orientación del partido hacia los valores europeos, con el reconocimiento de las particularidades sociales, políticas, históricas y geopolíticas.es decir, «Rusia unida» es un partido europeo en lo básico y ruso en la forma y práctica.
En la formación del credo político no entran muchas cosas que, en mi opinión, sean importantes. No me resulta cercana la formulación de la tríada: «éxito material, libertad y justicia». Veo la vida de otra manera. Para mí en esta «sopa» faltan los valores fundamentales de orden inmaterial.
Si nos fijamos en lo que representa «Rusia unida», para ella éstos son los valores fundamentales. Es decir, hay un amplio consenso. Precisamente así hay que entender el actual proceso de construcción ideológica de «Rusia unida»: absorber a los «extraños»y a la vez no espantar a los «propios». A lo cual ayuda la identificación clara de los enemigos. Los enemigos del partido son por un lado las fuerzas de la «revancha de los oligarcas», y por otro lado, los «aislacionistas patriotas». Se debe aclarar quiénes son estos últimos: no se trata solamente de un chauvinismo étnico. El ex indudable de que el pueblo ruso ha formado un estado significa que el intento de separar el etnos ruso de un estado único, de un destino histórico común es la muerte para ese estado y para el propio pueblo ruso.

Es completamente evidente que el período de Putin en la historia rusa es un camino hacia la democracia y no de alejamietno de la democracia. ¿sobre se ha construido el régimen actual? Sobre una apelación directa el pueblo por parte de gente irresponsable y de las élites antinacionales. Esta apelación podría ser catastrófica, es decir, revolucionaria, pero tuvo un efecto populista colosal, que podría haber ser destructivo para país. Pero también podría ser constructivo, entonces el efecto no sería tan explosivo, al menos entonces el apoyo masivo al poder daría este la posibilidad de actuar contra los fortísimos intereses de clan.
En la intervención quedó claro que la élite rusa no tiene una estructura adecuada. Por un lado, en su gran mayoría, es antinacional, y está orientada a lo material, es incompatible con el desarrollo de su propio país. Por otro lado hay que comprender que esta gente cayó en esta situación, en cierta manera, no por su voluntad. Y por sí mismos no son enemigos deliberados.no se trata de que haya que liberarse de ellos sino de dirigir la situación de tal manera que se les dé la posibilidad de cambiar sus motivaciones.

Si el partido «Rusia unida» se identifica con este texto, quedará claro qué es este partido, qué se puede esperar de él.respuesta las cuestiones clave son claras y comprensibles. Queda claro qué no va a ser.y precisamente, repito, para eso sirve una definición clara del enemigo. Sólo queda añadir que la «venganza de los oligarcas»,y el «oscurantismo nacionalista» no son amenazas independientes. Son instrumentos que utilizan nuestros opositores externos para establecer nuestro futuro en relación con su opinión sobre nuestro lugar en el mundo. Y cuál es este lugar, en general, está claro...

Mijail Leontyev, periodista, político.


Las cuatro amenazas
de Vladislav Surkov

Tras su intervención con las "tesis de febrero" en la reunión del partido "Rusia unida", el jefe de la administración presidencial Vladislav Surkov es el objetivo de todos. "A medida que nos acercamos a la democracia, la guerra informativa se recrudece", "el partido de la revancha de los oligarcas" y "la dictadura nacionalista" como grandes amenazas, "el predominio continuo" del actual partido del gobierno durante al menos 10-15 años. Todos sus tesis han sido atacadas por los publicistas liberales.

Hay alusiones históricas en la crítica: Stalin fijó las bases de su política durante una serie de conferencias en la Universidad de ese Sverdlovsk. Con estas conferencias el entonces secretario general del partido bolchevique creó la frase "juramento leninista". ¿Tenemos aquí un nuevo juramento y una nueva política stalinista?

Por supuesto que no.Vladislav Surkov propone crear (¡desarrollar!) Otro país. Diferente en relación con el anterior, el de los oligarcas de los años 90. Pero no un país estalinista. El jefe de la administración presidencial no imponen nada a nadie. Postula los valores básicos de la Rusia actual (éxito material, libertad, y justicia), previene contra las amenazas o reales, y propone medidas reales para evitarlas. En mi opinión las principales amenazas "según Surkov" son cuatro (lo que inciden totalmente con las que expresó el jefe de la administración presidencial".


Primera amenaza: ser un Iván que se ha olvidado de sus orígenes.Vladislav Surkov, por supuesto, no es el único que recuerda que Rusia le lleva miles de años existiendo como país, y algunos de nuestros vecinos no tienen esa experiencia. Pero él es uno de los pocos que llama a utilizar la experiencia de la Unión Soviética no como campo de concentración sino como "proyecto modernizador". Y al mismo tiempo el "trabajo ideológico" (incluyendo una exportación ideológica sin precedentes) y la individualización (ahora hay un análogo en el desarrollo de las tecnologías de la información) Que fueron instrumentos muy efectivos de modernización.

Segunda amenaza: la pérdida de la batalla por la competitividad. La fórmula de Surkov: "la soberanía es un sinónimo político de la competitividad" es paradójica sólo a primera vista. Los beneficios de la globalización no se extienden de forma homogénea si no se participa en la toma de las importantes decisiones relativas a la formación del orden mundial, se puede sentir pronto las decisiones tomadas que perjudiquen a los intereses rusos. Con sólo el 2% del producto interior bruto mundial y alquilada a las grandes multinacionales, Rusia se puede convertir fácilmente en un "guardián de los oleoductos". No fundar la "fortaleza Rusia", sino utilizar la magnífica situación del país en el mercado energético como instrumento para desarrollar tecnologías, luchar por un "lugar bajo el sol" entre iguales. La soberanía, según Surkov, es necesaria para eso.

Tercera amenaza: dar un "paso atrás" (la "venganza de los oligarcas") o "dos pasos atrás" ("la dictadura nacionalista").Surkov nos recuerda acertadamente que la democratización, el mayor logro de Vladimir Putin ("la dictadura de la ley", "la estabilización" y el apoyo de la mayoría de la población" lo hizo una oligarquía inviable. Sin embargo, muchos grupos entre la elite intentan volver a un régimen oligárquico: a la época en la que tenían gran influencia. El debilitamiento de la soberanía y los organismos democráticos ("manipulación en lugar de representación”) traen como consecuencia de la "revancha de los oligarcas". De la misma manera, la llegada al poder de nacionalistas agresivos traería como consecuencia la disolución de Rusia. La receta contra "un paso atrás" y "dos pasos atrás" es la creación de una élite nacional y la continuación de la democratización.

Cuarta amenaza: pérdida de la movilidad de la élite gobernante. Surkov tiene toda la razón (y una gran originalidad) cuando asegura que es la incompetencia de la élite del último período soviético fue una de las principales causas de la disolución de la Unión Soviética. Surkov entiende al partido gobernante no como una dictadura que la nomenclatura sino como una renovación constante entre la élite, que debe reflejar la opinión de la mayoría de la población. Precisamente por eso, en su intervención en la asamblea del partido gobernante "Rusia unida" propone garantizar mecanismos de renovación de la élite del partido y "trabajo de calle".

En opinión del teórico de la "sociedad abierta" Karl Popper, un político democrático responsable nunca se entregará a la "ingeniería social utópica", imponiendo la sociedad y teologías abstractas y opiniones personales sobre ellas. Así sólo actúan los líderes totalitarios, los enemigos de la sociedad abierta. Vladislav Surkov interviene como tecnólogo, proponiendo a la élite dirigente y a la sociedad noticias elevadas totalitarias sino "una técnica de transformaciones sociales graduales" (Karl Popper). En este mercado aún tiene que buscar a rivales. Y esta búsqueda no va a ser tarea fácil.
Dmitri Orlov, director general de laAgencia de Comunicación Económica y Política.

No hay comentarios: